Qué es el espacio negativo, y por qué es fundamental para tus fotografías

• Lourdes Olmedo


• 26 Ago 2016

Cuando empezaste a trabajar como fotógrafo probablemente tendrías muchas dudas con respecto a tu habilidad. En mayor o menor medida te costaría cogerle el truco a tantas técnicas que hay que tener en cuenta. Que si la luz, que si el diafragma, enfocar, los encuadres, la composición… Y puede ser que aún no estés del todo satisfecho con los resultados. ¿Y esto por qué es? Hoy te voy a mostrar una parte de la imagen que se suele pasar por alto, porque no se le ha dado la importancia que requiere, pero a mi parecer es una parte fundamental para que una fotografía tenga éxito o se quede en una simple imagen. Esta parte de la imagen de la que hablo se llama espacio negativo.

El espacio negativo se convertirá en un punto a tu favor que te hará sentirte orgulloso de cada uno de tus trabajos. Te voy a explicar qué es y cómo podrás conseguirlo de una forma sencilla. Seguro que piensas que ya tienes todos los conocimientos necesarios sobre la composición, pero una vez pongas en práctica este recurso, notarás como tus trabajos mejorarán su calidad notablemente. ¿Y por qué no? Pasarán a ser trabajos que sobresalgan del resto, con un toque minimalista y varguandista que te encantará.

Qué es el espacio negativo, y por qué es fundamental para tus fotografías

Seguramente ahora estarás pensando: ¿pero qué es eso de espacio negativo? Si no habías oído hablar de esta parte fundamental de tus imágenes es probable que sea debido a que desde que nos iniciamos en el mundo de la fotografía se nos insiste mucho, a veces demasiado, en que centremos la atención en una parte o sujeto en concreto, tal y como dicen las reglas de la composición. Sin embargo, no darle al fondo una función en tus fotografías puede ser la causa de que no predominen sobre el resto.

1. ¿Cuál es su función?

Determina y matiza al sujeto: definir claramente al sujeto u objeto protagonista de nuestra imagen nos ayudará a mantener la atención del espectador, ya que este no se cansará intentando de buscarle un significado a la fotografía. El fondo o espacio negativo es el recurso que nos ayuda a delimitar el principio y el fin del centro de interés.

Ayuda a destacar al sujeto: si queda claro quién es el protagonista de la imagen, será mucho más sencillo plasmar sentimientos en la fotografía y que sean fáciles de entender para espectador. Transmitiremos de forma directa un mensaje claro y conciso.

2. ¿Cómo identificar el espacio negativo?

El fondo, aunque tenga que seguir cumpliendo con su función de “rellenar”, sin quitarle el interés al protagonista de nuestra imagen, debe jugar un papel fundamental en nuestra obra. Es decir, crear una fotografía con armonía. Una fotografía con armonía te ayudará a destacar el sujeto u objeto en cuestión. Es por ello que no cualquier composición, textura o color valen.

Por lo tanto, una imagen está dividida en tres partes:

• Marco: es la parte que pone límite a nuestra fotografía, el final de esta o los bordes de esta.
• Espacio positivo: esta parte la compone el sujeto u objeto protagonista en la imagen, lo que queremos que destaque
• Espacio negativo: podría considerarse como el fondo, la base o el fundamento de la imagen. Suele ser de gran utilidad para ponernos en contexto con la situación o los sentimientos que quieren plasmarse. En concreto si queremos trabajar con sentimientos, el espacio negativo será una de las claves a tener en cuenta.

Para que puedas entenderlo con claridad te ofrezco un ejemplo visual. En la imagen podemos observar cuál es la parte principal de nuestra fotografía; cuál es el marco, es decir el límite de nuestra fotografía; y por último el fondo, o hablando con propiedad, el espacio negativo.

Ahora que podemos verlo con claridad es más fácil que puedas tenerlo en cuenta. Sobre todo es una forma de darle mucha más importancia a la parte principal de la fotografía o espacio positivo. A continuación, llega el momento de escoger dónde se encontrará el espacio negativo de tu imagen. Aunque no lo parezca, el lugar que ocupe nos llevará a un resultado u otro. Y es que al fin y al cabo se trata de composición y no siempre debe ser igual.

3. ¿Cómo ponerlo en práctica?

Recuerda que el espacio negativo no puede hacer sombra al espacio positivo de tu imagen. Aunque queramos dar un toque minimalista o enfatizar ciertos sentimientos, no puede quedarse con el protagonismo absoluto. Queremos que tenga presencia y que nos aporte información sobre la escena, pero el espectador no debe centrarse en él.

Para conseguir de una forma sencilla, plasmar el espacio negativo en tu imagen es trabajar con colores claros, porque nos dará mayor sensación de libertad,  conseguirás imágenes abstractas y muy profesionales. Incluso es muy recurrente trabajar con fotografías en blanco y negro. Aunque también podrás trabajar con espacios negativos con tonalidades oscuras. Pero recomiendo que si vas a empezar a trabajar con este recurso, comiences con matices claros.

El espacio negativo, obviamente, dependerá en primera instancia del espacio positivo de tu imagen. Es decir, del sujeto que quieras hacer protagonista. En función de este, el espacio negativo podrá ocupar la parte superior, la parte inferior o a los lados de la fotografía. ¿Y de qué dependerá que esté en una parte u otra de la imagen? Pues básicamente dependerá de lo que quieras transmitir con ella.

Espacio negativo arriba

Consiste en dejar al protagonista de la imagen en la parte inferior de la escena. Parecerá que el espacio positivo queda comprimido por el espacio negativo. Suele ser el que mayor resultados minimalistas y varguandistas ofrece, suele evocar la liberación del sujeto protagonista,  la calma y la paz de tener la libertad incluso de volar. En algunos casos también puede transmitirnos soledad. Y es que, como ya he comentado, este recurso nos ayudará a ponernos en contexto. Pero será finalmente el espacio positivo el que nos acabe por transmitir aquellos sentimiento que se desean expresar.

Espacio negativo delante del espacio positivo

Corresponde a la forma habitual para el ojo al encuadrar el espacio negativo en una fotografía, por lo que quizás sea más sencilla de conseguir, porque podrás fotografiar con el espacio negativo delante de forma intuitiva.  Esta forma de trabajar dará la sensación de que la acción está sucediendo en progresión al sujeto o espacio positivo de nuestra fotografía.

Espacio negativo detrás del espacio positivo

La forma más común que hay cuando se trabaja con este recurso, incluso si no lo conocías tendrás una gran cantidad de fotografías tomadas en este aspecto. Como se puede intuir, el espacio negativo queda atrás del sujeto, siendo puramente el fondo de la fotografía. Son imágenes que evocan dramatismo en la imagen, a veces incluso parece agobiarnos si la textura cuenta con mucha información, como es el caso de la siguiente fotografía.

Foto: Christoph Hetzmannseder

Espacio negativo a los lados de la imagen

Si trabajas con el espacio negativo en uno de los lados de tu fotografía tendrás mayor libertad para expresar sentimientos sin llegar a agobiar al espectador como puede ocurrir en la fotografía anterior. La composición queda muy limpia y profesional. Eso sí, también dependerá de los colores y texturas que quieras utilizar para tu fotografía.

Espacio negativo debajo del espacio positivo

Por último, la forma más curiosa, a mi parecer, de utilizar este recurso es colocar el espacio negativo en la parte inferior de nuestra imagen. Para mí es fascinante el efecto óptico que puede causar y los sentimientos que puede llegar a transmitir el sujeto protagonista. Porque si colocando el espacio negativo arriba daba la sensación de libertad, en este caso, parecerá que flota.

Foto: Eduardo Martínez

4. ¿Qué más hay que tener en cuenta?

Como al final lo que estamos desarrollando es un recurso más de la composición, habrá que ponerse de acuerdo con el resto de reglas que hay que tener en cuenta para conseguir una buena fotografía. Estoy hablando de las reglas de la composición, que, por si no las recuerdas, te dejo el post que te ayudará a refrescar la memoria. No solo tendremos en cuenta las texturas o los colores, o dónde estará situado nuestro espacio negativo como hemos dicho anteriormente. También debemos tener en cuenta el encuadre y la profundidad de campo que tendrá nuestra fotografía.

Rellena el encuadre

Lo principal para que una imagen sea una fotografía profesional, es que no queden huecos ni espacios que no tengan información. Como ya comentaba anteriormente la información alrededor del espacio positivo es la que nos pondrá en contexto y nos hará más sencillo la comprensión de la fotografía, hasta conseguir crear unos sentimientos al respecto. Pero eso sí, busca la simpleza. No estoy diciendo que acapares toda la imagen con diferentes elementos que acaben por agobiar la escena o incluso crear confusión. La clave está en llenar el encuadre de la imagen con espacio negativo que proporciona información, pero sin confundir al espectador.

Profundidad de campo

Si empiezas a practicar con este recurso y no te convencen los resultados, ve poco a poco. Puedes empezar jugando con la profundidad de campo, creando más desenfoque alrededor de tu espacio positivo o sujeto principal. Ten en cuenta que a mayor abertura del diafragma, menor profundidad de campo. Aunque si quieres profundizar más en el tema te dejamos este post sobre la profundidad de campo con el que perfeccionarás tu técnica. El resultado será un espacio positivo totalmente enfocado, rodeado de un espacio negativo desenfocado que nos aporta información, pero que no acapara con la atención del espectador. Es decir, lo que buscábamos desde un principio.

Foto: Wouter Marck

Como conclusión he de decir que es un recurso fascinante porque no necesitas de accesorios fotográficos adicionales, ni necesitas gastar dinero para ponerla en práctica. El espacio negativo es capaz de crear líneas más dinámicas en nuestra imagen además de ayudar al espectador a centrarse en lo realmente importante de la fotografía. Se nos invita a pensar, a reflexionar sobre lo que se nos quiere transmitir y a los sentimientos que nos produce. Es por eso que para mi, es sin duda una de las formas más sencillas, imaginativas y profesionales de conseguir fotografías con un alto nivel de éxito. No dudéis ponerlo en práctica a partir de ahora, estoy deseando saber cuáles han sido vuestros resultados.