Cómo dar el salto a un trípode de vídeo profesional
Los trípodes son unos accesorios imprescindibles en la vida de todo fotógrafo o amante del vídeo. Adquirir un buen trípode desde el principio puede ahorrarte mucho dinero y más de un disgusto. Por eso es fundamental conocer desde el principio los aspectos básicos que debe cumplir un trípode. Si estás pensando en dar el salto a un trípode de vídeo profesional sigue leyendo las pautas básicas que desarrollaré a continuación. ¡Lo acabarás agradeciendo!
Cómo dar el salto a un trípode de vídeo profesional
Lo primero que pensamos cuando nos adentramos en el mundo de la fotografía y el vídeo es que nosotros no necesitamos un trípode porque eso es solo para profesionales. No necesitas tanta precisión ¿verdad? Ahí caemos en nuestro primer error. El trípode es fundamental para cualquier disciplina. Sin él no será posible conseguir nitidez en la imagen. Tampoco podremos usar algo tan simple como periodos de exposición más largos. ¡Y qué decir si estamos trabajando con vídeo!
Cuando adquirimos una dosis de realidad y nos damos cuenta de que sí necesitamos un trípode, se nos ocurre la fantástica idea de adquirir cualquiera. El que sea más barato o el que me recomendó mi primo el del pueblo. Segundo error.
Antes de adquirir un trípode debemos plantearnos qué características necesitaremos que este tenga para poder sacarle el máximo partido a lo largo del tiempo. Y es que un trípode no deja de ser una inversión que perdurará mucho tiempo.
Capacidad de carga
El primer aspecto que se debe tener en cuenta antes de adquirir un trípode de vídeo profesional debe ser su capacidad de carga. No es lo mismo que vayas a exprimir el vídeo de tu cámara DSLR a tener perspectivas de adquirir una cámara de vídeo profesional en unos años.
Si vas a trabajar con tu cámara DSLR pero sabes que en un futuro acabarás dando el paso para adquirir una cámara de vídeo profesional, mi consejo es que te decantes por un trípode de vídeo profesional que tenga una capacidad de carga de al menos 6 kilogramos. De este modo podrás usarlo durante tu periodo amateur y más adelante con tu cámara profesional.
Trípode para vídeo Fancier FC-270A
Un ejemplo de ello es el trípode para vídeo Fancier FC-270A. Consta de una capacidad de carga de 6 kg, por lo que podrá soportar perfectamente el peso de una cámara profesional además de los accesorios con los que la combines, como puede ser un micro o una antorcha. Además consta de una altura de trabajo de 1880 mm, esta característica puede serte de gran utilidad si necesitas abarcar una escena muy amplia durante una grabación.
- Trípode profesional especial para vídeo
- Incluye cabezal de vídeo FC-02H
- Capacidad de carga de 6 kg
- Alcanza una altura de 1880 mm
- Rotaciones con el cabezal de 360º
- Incluye bolsa de transporte
Trípode para vídeo Genesis Base CVT-20
Si necesitas un trípode para vídeo profesional con una capacidad de carga superior porque tu equipo de trabajo es muy pesado, y además necesitas acoplar más accesorios, el trípode para vídeo Genesis Base CVT-20 es perfecto.
Diseñado con esparcidores y patas de doble tubo para aguantar hasta 50 kg. Las patas al estar divididas en dos tubos, reparten mejor el peso y aumentan la estabilidad del equipo, siendo un compañero de grabación perfecto si nuestras tomas tendrán lugar en su mayoría en exteriores. Cuanto más resistente sea el trípode, mayor calidad en la imagen pues soportará mejor las rachas de viento que puedan sorprenderte durante una grabación. Además consta de una increíble altura de trabajo de 1950 mm.
- Kit trípode profesional de vídeo con cabezal fluido
- Gran altura máxima de 1950 mm
- Cabezal fluido con una precisión milimétrica
- Capacidad de carga de hasta 50 kg
- Permite movimentos suaves y estabilizados
- Con bolsa de transporte para llevarlo donde necesites
Altura de trabajo de un trípode de vídeo profesional
La altura de trabajo es otro factor a tener en cuenta antes de adquirir un trípode de vídeo profesional. Pues, como he comentado, a mayor altura más fácil será abarcar escenas amplias durante la grabación. E incluso más posibilidades de trabajar con perspectivas creativas.
Hay dos formas de conseguir una mayor altura de trabajo. La primera y la mejor, que las patas del trípode sean extensibles. La segunda, que el trípode conste de una columna central que pueda expandirse. Con la segunda opción se perderá estabilidad pues la cámara dejará de estar en contacto directo con las patas del trípode, dando lugar a vibraciones indeseadas y probablemente, difíciles de corregir.
Trípode para vídeo Fancier FC270A
Un ejemplo de trípode con patas extensibles es el trípode para vídeo Fancier FC270A. El cabezal descansa sobre las patas lo que da mayor estabilidad al equipo incluso usando la altura máxima del trípode.
- Gran altura de trabajo de 1550 mm
- Sistema de nivelación de burbuja, trabajos estables
- Ajusta rápidamente sus patas con su rueda de ajuste
- Cabezal con empuñadura de mano, movimientos suaves
- Rotación de hasta 360º
- Trípode especial para cámaras de vídeo DV
- Placa de liberación rápida
Para que la altura no sea un problema, además de elegir patas extensibles, el cabezal con el que se trabaje será crucial. Aunque eso será un tema sobre el que hablaré más adelante.
Tipo de acabado
Otro factor a tener en cuenta además de la capacidad de carga, para conseguir más estabilidad durante la grabación, o una mayor altura de trabajo para abarcar más de la escena en la que se está trabajando, será el acabado o tipo de punta del trípode. Si consta de puntas de goma se adaptará mejor a superficies lisas y resbaladizas. Mientras que si consta de puntas de metal, se adaptará a terrenos adversos que encontrarás en exteriores. Y si es de doble punta ¡mejor que mejor!
La mayoría de marcas del sector diseñan trípodes de vídeo profesionales con punta de goma, pues las grabaciones en su mayoría se llevan a cabo en superficies lisas. Hay que tener en cuenta que al tratarse de equipos pesados y muy costosos, no es recomendable realizar las grabaciones en lugares adversos.
Material y peso
El material con el que ha sido diseñado el trípode es un punto muy importante a tener en cuenta antes de decantarse por cualquier modelo. Los trípodes diseñados con fibra de carbono son más ligeros, por lo que pueden transportarse fácilmente, ideal sobre todo para nuestros viajes. Sin embargo, cuando hablamos de trípodes de vídeo profesional, que sea ligero puede llegar a ser un inconveniente pues se puede perder estabilidad con rachas de viento, además de que su precio suele ser más elevado.
Algunos fabricantes que diseñan sus trípodes con fibra de carbono añaden un gancho en la columna central para poder acoplar peso extra. De este modo se ganaría estabilidad. Aunque esta característica es propia en trípodes para fotografía.
Lo ideal en el caso de los trípodes profesionales para vídeo es que estén diseñados con aluminio, porque además de ser más económicos, ofrecen mayor estabilidad.
Si quieres empezar con un modelo más económico, que te ofrezca estabilidad y que además sea fácil de transportar, el trípode para vídeo Gloxy GX-TS370 será tu compañero perfecto. Está diseñado con aluminio y tan solo pesa 1.6 kg. Pero eso no quita que sea resistente, porque además consta de un gancho en la columna central para que puedas acoplar peso adicional en caso de que lo necesites, como hemos comentado anteriormente.
- Incluye cabezal 3D con plato de liberación rápida
- Incorpora sistema de nivelación de burbuja
- Sistema de cierre de pestaña en las patas
- Capaz de soportar hasta 3 kg de peso
- Llega a una altura máxima de 1675 mm
- Incluye bolsa de transporte
Cabezal de un trípode de vídeo profesional
El cabezal es un accesorio fundamental, igual o más que el trípode pues dependiendo de sus características nos veremos limitados o no a la hora de trabajar.
Si quieres aprovechar la función de vídeo que incluye tu cámara DSLR quizás sea suficiente con el cabezal que incluye tu trípode. Pero, a medida que tu técnica avance, notarás sus carencias. Por eso es importante realizar desde el principio una buena inversión, porque a la larga te saldrá más barato.
En primer lugar es fundamental que tenga al menos una empuñadura. La empuñadura del cabezal te ayudará a dirigir la acción y movimientos de tu vídeo. La mayoría de cabezales del mercado incluyen una empuñadura o dan la posibilidad de acoplarla. Incluso en algunos casos se incluyen dos empuñaduras. De este modo, el control sobre el movimiento es total, pudiendo hacer seguimientos sin vibración alguna.
Trípode Manfrotto Compact Advanced
Un ejemplo de ello es el trípode Manfrotto Compact Advanced, con cabezal 3-Way de doble empuñadura. Tendrás una precisión increíble en la obtención del encuadre.
- Incluye cabezal 3-Way con doble mando de control
- Plato de liberación rápida para colocar la cámara
- Con una capacidad de carga de 3 kg de peso
- Sistema de cierre de pestaña en las patas
- Alcanza una altura de 1650 mm
- Incluye funda de transporte
También será un punto a favor que la empuñadura del cabezal conste de un recubrimiento de espuma o goma, para que así tengas mejor agarre, incluso cuando trabajas en lugares con humedad.
Cabezal fluido
Lo ideal para dar el salto a un trípode de vídeo profesional es que este conste de un cabezal fluido. Esto quiere decir que puede moverse sobre su propio eje para conseguir una angulación superior. Este tipo de cabezales son ideales para realizar movimientos suaves y precisos. Controlarás paneos, movimientos inesperados durante la grabación de eventos deportivos, hasta barridos rápidos sin un previo.
En el caso del cabezal Genesis VF-7.5, que se incluye con el trípode para vídeo Genesis que he comentado anteriormente, hay que destacar que asegura panorámicas estables con ángulos insólitos, ya que comprende un ángulo que va desde los 90º grados hacia delante y -75º hacia atrás, y un movimiento de 360º sobre su propio eje.
- Kit trípode profesional de vídeo con cabezal fluido
- Gran altura máxima de 1950 mm
- Cabezal fluido con una precisión milimétrica
- Capacidad de carga de hasta 50 kg
- Permite movimentos suaves y estabilizados
- Con bolsa de transporte para llevarlo donde necesites
La mayoría de cabezales fluidos constan de un ángulo de giro de 360º, fundamental si queremos dar el salto a un trípode de vídeo profesional. Con respecto a la angulación de arriba hacia abajo variará dependiendo del modelo. Cuanto más abarque más posibilidades creativas nos ofrecerá.
Otros aspectos a tener en cuenta en un trípode de vídeo profesional
Hay otros aspectos que hacen que un trípode sea mejor que otro. Detalles que hacen que la experiencia sea positiva mientras trabajas con vídeo. Y es que los pequeños detalles marcan la diferencia.
En primer lugar, hay que destacar el nivel de burbuja, ya sea en el trípode de vídeo profesional o en el cabezal, pero es fundamental que conste al menos de uno. Nos ayudará a trabajar con mayor precisión y estabilidad sin importar dónde estemos trabajando. Si ya tienes un trípode de vídeo y un cabezal, y ninguno consta de nivel de burbuja no temas, puedes adquirirlo por separado.
- 3 burbujas de nivel acopladas en distintas direcciones
- Fíjalo en la zapata superior de tu cámara
- Ideal para trípodes o con cámara en mano
Los sistemas de bloqueo tanto en el trípode de vídeo profesional como en el cabezal son fundamentales para que la posición del equipo no se modifique accidentalmente, ya sea en forma de rosca o de pestaña, estos bloqueos te permiten fijar una posición y trabajar con tranquilidad.
Otro factor a tener en cuenta si tu trípode no tiene esparcidores y patas de doble tubo, es que las patas consten de recubrimiento de goma o espuma. De este modo tendrás mayor agarre y sujeción del equipo si trabajas en zonas con humedad.
Si llevabas tiempo pensando en lanzarte a por un trípode de vídeo profesional, espero haber sido de ayuda, con estos consejos irás a tiro cierto sobre qué tipo de equipo necesitas para sacarle partido a tu técnica ¿Se te ocurren más características que debe tener un trípode de vídeo? ¡Compártelas con nosotros!