Cuestión de perspectiva (III): Luz y atmósfera

• José Luis Valdivia


• 4 Sep 2014

Hemos visto en una primera parte cómo ir por el mundo con una lente de 14mm y aprovecharla en múltiples facetas. Una segunda parte está dedicada a la importancia del color. Ahora, vamos a centrarnos en algo que llama poderosamente la atención: la luz y atmósfera. Oímos hablar de ellas en boca de buenos fotógrafos, unida a la búsqueda casi quimérica de la amada luz. Contemplamos composiciones donde, una nimia iluminación reinante, acompaña un conjunto que nos atrapa sin remisión. Es decir: el modo inductivo del artista para tratar de trasladarnos a lo que pudo vivir y capturarlo. Vamos, como siempre, con ejemplos.

Importancia de la luz y atmósfera

Ejemplo 1: “El viejo sillón”

Por el condado de Kiero, a unos casi 300kms de Helsinki, en Finlandia, fue donde realizamos esta fotografía en un viejo establo de la finca de mis amigos (gracias Artemy, por vuestra hospitalidad). Me seducen muchísimo los lugares abandonados con historia porque van acompañados de una luz y atmósferas únicos. El viejo sillón, en medio de la estancia rodeado de objetos abandonados, era todo un regalo. Sentí como si tuviese el anhelo de que alguien volviese a sentarse en él. La luz que entraba por un vetusto ventanal y sus rendijas daban al lugar sus formas y volúmenes cortados, de claroscuros misteriosos. El desgastado conjunto mentalmente lo visualicé en un acabado en blanco y negro. Con la exposición y el posterior revelado traté en todo momento de extrapolar el ambiente que respiré a la hora de ejecutar la imagen. Para destacar las texturas de las maderas y el sillón.

“El viejo sillón”. Nikon D700 con Samyang 35mm f1.4. ISO 320, f2 con 1/50s. Medición Matricial. A pulso y revelado en blanco y negro.

Ejemplo 2 de luz y atmósfera: “Carrito en la noche”

Seguimos en Finlandia, concretamente en su capital, Helsinki. Paseando con mis amigos por su calles, en una de ellas nos topamos con este carrito de la compra abandonado. Me chocó ver en una ciudad que cuida tremendamente su entorno, con zonas ajardinadas y de ocio increíbles, un objeto de nuestra cotidianidad aparcado como si tal cosa. Era una bella metáfora.

“Carrito en la noche”. Fujifilm X100 con Fujinon 23mm f2. ISO 800 F2 a 1/15s. WB 3850ºK. Medición Promediada. A pulso.

Los últimos rayos de sol se retiraban tímidamente, dejando el cielo con la amalgama de azules y rosas propios de épocas estivales. Las luces de la ciudad se abrían paso y ambas iluminaciones se entrelazaban por unos minutos. Al cuello llevaba una cámara por la que siento un cariño especial, y que es toda una reportera a la vieja escuela: la Fuji X100 (aunque sea el fotógrafo de Samyang, no quita que podamos probar y usar otros equipos a fin de comparar y dar siempre una visión más amplia). Deseaba en la composición aprovechar la gran fuga que regalaba la calle, a la par que la verticalidad de los edificios nos daban la dimensión de escala. El carrito, en el margen derecho, y en un primer plano protagonista. Bajé el punto de vista flexionando las piernas, y medimos lo mejor posible la luz para sacar los detalles y texturas.

Combinando la luz y atmósfera con el color

Si nuestros amigos leyeron la anterior entrada del color, habrán podido comprobar que esta fotografía es otro regalo de ellos: cielo azul-rosáceo; paredes de amarillos, anaranjados y verdes, con algún toque rojo intenso, y, para rematar: los pantalones de los jóvenes que se alejan en rojo y azul vivos ponen la guinda al pastel. Si tenemos en cuenta que nuestro huérfano carrito es de un gris metálico monótono, la fusión de colores es una compañera de viaje ideal. Preservar la atmósfera de luz ambiente era el reto. Sin añadidos de flash.

De paso, hago hincapié en el hecho de tratarse de una fotografía del estilo “street photography”, tan en auge últimamente, pero sin ser invasiva con las personas que puedan salir en ella. Creo que se abusa de mostrar rostros de desconocidos para llenar portales, redes sociales o presentarse a concursos utilizando la imagen de personas que muchas veces no han consentido. Por eso procuro que mis personajes sean inanimados, con personas que no se muestran explícitas o se hallan alejadas. Es bueno remarcar el respeto en lo que hacemos.

 Ejemplo 3: “La sala”

Vamos con una foto de corte más serio. En un futuro artículo abordaremos una temática por la que soy a menudo preguntado y que interesa sobremanera: el reportaje social. Alumnos, aficionados, e incluso compañeros de otros ámbitos se sientan contigo para hablar de cómo prepararlos y en qué temática realizarlos. Cuando visitamos lugares alejados de nuestro hábitat cotidiano, tendemos a visualizar y fijarnos (algunos más que otros), en las costumbres y formas de vida de allá adonde vamos. Obviamente visitamos en nuestro ritual los enclaves y construcciones más emblemáticas, pero entra dentro de toda nuestra experiencia en su conjunto.

“La sala”. Nikon D610 con Samyang 14mm f2.8. ISO 200 a f5,6 con 1/60s. WB 4600ºK. Medición ponderada al centro. A pulso. Modo manual.

Voy a hacer un pequeño alto y ofrecer una recomendación: no se obsesione con capturarlo todo como si le fuese la vida en ello. Disfrute de su viaje con los ojos, no con la cámara. Es su espíritu el que se lleva la experiencia, no la máquina. Ésta plasmará aquellos recuerdos que hagan hablar después a dicha experiencia, pero no la sustituya. Aprendí hace muchos años esa reflexión, cuando, de vuelta, veía que mi propio trabajo, y mi impaciencia, me había estresado y privado de llenarme por completo del lugar.

Un viaje fotográfico para concienciarse

Eso hice cuando estuve en Cracovia y me propuse visitar un lugar al cual había dedicado algún trabajo en el pasado, pero me faltaba “vivirlo”: el campo de concentración nazi en Auschwitz.

La fotografía pertenece a la sala donde llegaban muchos prisioneros para ser seleccionados, separados y conducidos por grupos a otros dependencias. Está al extremo del campo de Birkinau, en Auschwitz II. Durante las horas que estuve por la zona no vino nadie –a pesar de estar el día lleno de visitantes en mayo–. Pero había que caminar mucho hasta allí y los grupos se suelen quedar en la ruta más corta y conocida.

Toda mi visita se hizo en profunda reflexión interna. En silencio. Trataba de entender en todo momento lo irracional que puede llegar a ser el hombre. En cada dependencia observaba, leía e interiorizaba. Después, con mi cámara, traté de captar la atmósfera que fuese trasladable a quienes posteriormente mirasen las fotografías; como ustedes ahora.

Usando la composición para crear luz y atmósfera

Cogí en mi composición el punto de vista desde donde montaban las mesas los nazis, entrando los prisioneros de frente. Un gran angular me daba la posibilidad de capturar casi toda la sala en un única toma. El atardecer se colaba por las ventanas con sus dorados colores. Al ser un interior teníamos la eterna complicación del alto contraste: oscuridad dentro, exceso de claridad fuera. Deseaba que el paisaje que se veía a través de las ventanas saliese y no que fuese como ocurre muchas veces una gran mancha blanca quemada. También captar todos los detalles de las siluetas rebotadas, sombras y texturas internas. Así que tocaba medir bien la luz. El resultado es el que se muestra, donde la atmósfera de la sala es tal cual la estaba viviendo: un gran espacio vacío donde el peso de la historia se palpa en sus paredes.

Ejemplo 4 de luz y atmósfera: “Feria loca”

Estamos en febrero de 2012, carnaval de Puerto del Rosario, Fuerteventura. Aparte del consabido baile de color de los disfraces, las carrozas, y puestas en escena de las galas, si por algo se caracteriza una feria es por sus atracciones (los cochitos, como de peques les llamábamos). Ese año el despliegue de cacharros fue grande, por lo que ya en mente tenía el pasarme alguna de sus noches y tratar de capturar “su luz y atmósfera”.

Tras ir con los bártulos a cuestas buscado una buena composición, pasadas las nueve de la noche que el personal se había recogido un poco, escogimos la explanada para capturar las dos atracciones más llamativas gracias al Samyang de 14mm f2.8: la barca y la noria. Otra de las cosas que tenía claras era el jugar con la velocidad de obturación para sacar una divertida toma en donde todo pareciese ir de vértigo. De la barca la sensación es que sus inquilinos están enganchados por los dientes para no salir disparados; y la noria parece un enorme Yo-Yo con el personal gritando “¡Que alguien pare esto!”. Pero todo es una mera ilusión óptica.

“Feria loca”. Canon 5D Mark II, con Samyang 14mm f2.8. ISO 100 a f11 con 10s. WB 2750ºK. Medición puntual. Con trípode. Modo manual.

Creando luz y atmósfera con la velocidad de obturación

Tras medir en modo puntual la luz (para prescindir del fondo negro y centrarse en lo iluminado), escoger el encuadre, y asentar la cámara en un trípode a ras del suelo para evitar la trepidación (Triopo GT-3128x8C con rótula NB-1S) y, de paso, bajar la ISO al mínimo evitando ruido, seleccionamos f/11 para conseguir profundidad de campo y que la velocidad bajase hasta quedarse en los 10 segundos que creí ser suficientes para obtener movimiento, pero no pasado del mismo como sí hubiese ocurrido al poner 30 segundos, por ejemplo.

La sensación de velocidad es enorme. El color es el rey junto con la atmósfera de las luces tan llamativas de estos entornos. Para disparar la cámara usé un mando intervalómetro, pero se puede también hacer sin él utilizando la función de auto-disparo programando su tiempo. Eso evitará que al oprimir el botón movamos la cámara. Las ferias son un buen banco de pruebas. El responsable de esta fotografía asegura que ninguna persona salió lastimada en la misma 😉

Ejemplo 5: “Moto solitaria”

A veces no es necesario recorrer grandes distancias para conseguir una buena foto. Pensando en este artículo, en mi propio garaje, hacía días que observaba la moto de corte vintage de uno de mis vecinos, y la luz con su atmósfera solitaria en el parking. Lo comenté con unos amigos al bajarnos del coche, y me miraron con cara de “Este tío ve fotos por todos lados”. Dicho y hecho. Varios días después me eché al cuello a la benjamina de la casa. Al regresar también tuve la suerte de que no había ningún otro coche aparcado a su alrededor y…¡click! Mentalmente llevaba una idea del cine de boxeo, como “Million Dolar Baby”, de Clint Eastwood, donde las luces cenitales de fluorescentes provocan sombras más duras y volúmenes muy marcados en su fotografía, que por cierto, es portentosa.

“Moto solitaria”. Fujifil X100 con Fujinon 23mm f2. ISO 1600 a f2.8 con 1/40s. WB 5650ºK. Medición promediada. A pulso.

El primer plano, y el fondo izquierdo, están en penumbra. La luz gana terreno a medida que avanza hacia su fuente, la cual, proyecta su mayor grueso sobre la pared frontal. Su rebote en el suelo le confiere ese aspecto de cuadrilátero con las líneas marcadas y gastadas del cemento. La moto, y su sombra, se dibujan gracias a ello. La sensación espacial y de escala lo conforman el dejar visible gran parte del techo y la disposición en la composición de las columnas. De nuevo volvemos a tener suerte con el color, y la gruesa línea de color rojo intenso, recorre la pared dando la pincelada necesaria para que el conjunto no muriese de gris. Si somos capaces de contemplar nuestro entorno inmediato y aprovecharlo, pocas cosas se nos escaparán cuando viajemos por esos mundos.

 Ejemplo 6: “Hoy”

Cambiamos de registro completamente, pero mantenemos la esencia del artículo: la búsqueda de la atmósfera. Estamos en plena fotografía de un proyecto audiovisual cercano al cine. Rodado con una cámara con tal aspecto como es la 4K de Blackmagic, en el DVD del grupo de música canario “Amolán Romántico”.

En la primera imagen, la perteneciente al tema “Hoy”, que en su día popularizó Gloria Estefan, y que el director musical Sergio Hernández (que también la interpreta), ha hecho unos fantásticos y dinámicos arreglos, vemos una puesta en escena de corte cálido. De tonos ocres, naranjas, dorados, propios de un local de ambiente latino. El montaje lleva dicho dinamismo alternando planos abiertos con planos más cerrados en movimiento.

El presentado aquí es un contrapicado con el Samyang de 35mm desde el mismo escenario, para ofrecer un punto de vista cinematográfico y más rompedor, resaltando la figura majestuosa del intérprete y su indumentaria. De paso recogía la atmósfera que tanto me gustaba de los focos sobre él, dibujándolo; y los humos utilizados en la actuación. Observar la cantidad de detalle recogido y la nitidez en el rostro del cantante. Apuntar que la cámara tiene un factor de multiplicación de 1,7x, por lo que el 35mm se nos queda en un 59,5mm.

“Hoy”. 35mm f1.4. 400ASA. f2.8 a 216º de shutter y 25fps. WB 4000ºK. Cámara al hombro.

Ejemplo 7: “Con te partirò”

Para finalizar seguimos en el rodaje del DVD musical. Ha sido todo un reto dicha filmación: escenarios oscuros, luces ambientes suaves, diferentes tomas y continuidad de raccord. Gracias a distintos apoyos, a las lentes luminosas, y la latitud de exposición de la cámara, se ha resuelto todo muy bien.

Cada tema, como podéis ver, tiene su atmósfera y luces específicas, por lo que es bueno estudiarlo y tratar de exprimirlo lo mejor posible. Aquí se representa el famoso “Con te partirò”, con los cantantes Sandra García y Guillermo González, y al piano Ruth Rodríguez. En este plano fijo a trípode con el robusto Vanguard ABEO Plus 283AT, y la rótula de vídeo PH-114V, se trata de recoger todos los elementos minimalistas del escenario con la atmósfera y detalle de los distintos elementos. Las temperaturas de color, como se puede comprobar, son otro reto al tener tonalidades distintas una piel de una escenografía. Todo ello ajustable en el montaje usando los softwares como Premiere CC y DaVinci Resolve.

“Con te partirò”. Blackmagic Production Camera de 4K y Samyang 16mm T2.2. 400ASA a f2,5 con 270º y 25fps shutter. WB 5000ºK. Con trípode.

El Samyang 16mm VDSLR T2.2, se reveló como todo un descubrimiento por nitidez y calidad de resultados. Al multiplicar por el factor de 1,7x, éste se queda en unos estupendos 27,2mm, casi la distancia de 28mm tan usada en el mundo del cine. Estamos ansiosos en unas semanas de presentar y compartir los primeros vídeos terminados. Así como un artículo dedicado a resolver vuestras dudas e incentivar el gusanillo del vídeo.

Conclusión sobre la luz y las atmósferas

Hasta aquí esta entrada dedicada a observar la luz y las atmósferas de los lugares que vistamos o trabajamos. Esperamos haber servido de ayuda y que a partir de ahora, además de la composición, el color, y el equipo, observéis la magia de los entornos que os envuelven. ¡Suerte con ello y buenas fotos!

Fotos: © José Luis Valdivia