Aprende a usar el flash: conceptos básicos (I)

¿Sabes realmente qué es un flash externo? ¿Sabes cómo funciona? ¿Sabes cómo manejarlo correctamente? Puede que a la primera pregunta respondas con un rotundo sí, pero ¿y a las otras dos? Entran algunas dudas, ¿verdad? No te preocupes. En este post y siguientes partes aclararemos todo lo que hay que conocer para saber usar el flash externo de tu cámara correctamente.

Para poder entender y aplicar bien los consejos que veremos en las siguientes partes hemos de saber primero qué es y cómo funciona realmente un flash.

1. Qué es un flash y qué tipos de flashes existen

Un flash es un dispositivo electrónico que nos permite generar luz artificial de forma controlada. La clave está ahí, en la última palabra: “controlada”. Gracias a una serie de parámetros podemos modificar la luz que necesitamos para iluminar nuestro motivo principal. Pero según el tipo de flash que usemos podremos hacer más o menos. Así que veamos los tipos de flashes que hay.

Tres tipos de flashes

Existen, principalmente, tres tipos de flashes: integrados, de mano o de antorcha y flashes de estudio. En el caso de este artículo, nos centraremos en los flashes de mano o de antorcha. Y dejaremos los flashes de estudio para otro post más adelante.

Si quieres comprar un flash para Canon, o un flash para Nikon, te dejamos esos dos enlaces a nuestra tienda. También tenemos para todas las marcas en este enlace.

Usar el flash integrado de la cámara

Habitualmente, los flashes integrados se encuentran en la parte superior de las cámaras con la excepción, casi habitual, de muchos modelos de gama alta o profesional que no lo incluyen.

Presentan grandes limitaciones en cuanto a potencia por lo general y, seguramente, tras un breve uso y acabar harto de corregir los “llamados ojos rojos” decides que quieres un flash en condiciones porque has visto que algún profesional usa otro tipo de flash (los de antorcha) y a él no le salen los ojos rojos.

Técnica del fondo negro “mágico”: consiste en conseguir un fondo negro en exteriores e iluminar solamente el sujeto, oscureciendo lo demás. ©Alfonso Domínguez Lavín.

¿Por qué aparecen los ojos rojos?

Bien, primero veamos qué son realmente esos “ojos rojos”. El color rojo de los ojos es el efecto del reflejo de la luz en los vasos sanguíneos que irrigan la retina en el caso de los seres humanos. Este efecto se produce cuando, en condiciones de iluminación difusa (interiores, días nublado o en zonas de sombra o poca luz), las pupilas se encuentran dilatadas para dejar que entre mayor cantidad de luz.

Si en ese momento realizamos una fotografía a nuestro sujeto utilizando un flash integrado y a corta distancia, la luz del flash incidirá frontalmente con fuerza en la parte interna de los ojos, rebotará en las retinas proyectando, en ese caso, el color rojo de los vasos sanguíneos de la retina. Aunque un flash de antorcha no resuelve por sí mismo el problema, sí que nos permite solucionar eso y otras muchas cosas. Vale, me diréis que hay un método que dispara dos veces el flash para evitarlo, pero, sinceramente, los resultados no son del todo ideales.

Otro inconveniente en usar el flash integrado

Otra cuestión a tener en cuenta con los flashes integrados es su corto radio de acción. Corto, sí, pero demasiado potente para ciertas cosas. ¿A quién no le ha pasado tener fotografías en las que parece que le hemos metido el conocido “flashazo” a nuestro retratado? En cambio, con un solo flash y un pequeño paraguas podemos hacer cosas como ésta:

Con un solo flash y un pequeño paraguas se pueden conseguir buenas fotografías. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Por eso y muchas otras razones un flash de antorcha, externo o de mano (como queráis llamarlo) tiene su razón de ser. Un flash unido a algún modificador de luz puede hacer maravillas.

Usar el flash de antorcha

Tradicionalmente los flashes externos, de mano o de antorcha (como queráis llamarlos) no han cambiado en su diseño con el paso del tiempo. Así, todo flash de antorcha tiene principalmente tres elementos que son:

Antorcha

La antorcha se sitúa en la parte superior del flash albergando el llamado tubo de destello que, cuando es activado, el flash emite una descarga gaseosa (Xenon) de luz blanca. Por luz blanca se entiende la que es emitida a una temperatura de color de 5600ºK. Cuanto mejor sea el flash, más se ajustará a dicha temperatura. La luz que produce es una luz dura, direccional y poco calórica, lo que permite que se puedan realizar muchos destellos durante la vida del flash. A pesar de ser una luz que produce poco calor en determinadas ocasiones puede producirse un sobrecalentamiento, por lo que ya muchos flashes incorporan un termostato que bloquea el flash en caso de superarse la temperatura límite establecida.

La popularización de los flashes externos se debe sobre todo por la posibilidad de separar el flash del eje de la cámara. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Generador

Podríamos decir que es la placa base o conjunto de circuitos electrónicos que controlan y comunican con la antorcha. Alberga un condensador que acumula la energía procedente de las baterías para soltarla a través del tubo de destello cuando se activa el flash.

Zapata

Es una placa conectada a los circuitos internos del generador del flash y que permite acoplarlo mediante un sistema de clip o de rosca a la parte superior de la cámara. Esto permite que podamos comunicar información entre el flash y la cámara. En modo manual podemos usar casi cualquier flash moderno en cámaras de otra marca, pero solo en modo manual puesto que, salvo Sony, el resto de marcas comparte el pin central de la zapata como el pin utilizado para realizar el destello del flash. Por eso, si os fijáis en los flashes “manuales”, solo llevan un pin. Los otros pines son los encargados de pasar información entre la cámara del flash, y el diseño y voltajes de esos pines varía de una marca a otra.

Los pines de la zapata de un flash externo son los encargados de pasar información entre la cámara del flash. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Controles

Evidentemente hemos de contar con algún tipo de control o botón que nos permita modificar la configuración de la potencia del flash, su nivel de zoom,  el modo de operación (manual, TTL, alta velocidad, flash de repetición…), etc.

Los controles nos permiten configurar y modificar los parámetros del flash para ajustarlos a nuestras necesidades. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Flashes de estudio

Los conocidos flashes de estudio son los que tienen forma de foco y proporcionan, por lo general, mayor potencia que un flash externo. Sin embargo, suelen ser alimentados con corriente alterna, lo que hace complicado su movilidad aunque cada vez se va llevando más los modelos con baterías de litio o que permiten conexión a baterías externas, posibilitando así su uso en localizaciones exteriores.

2. Flashes externos: aspectos a tener en cuenta

La popularización de los flashes externos tiene lugar apenas hace unos años gracias al movimiento strobist, nacido en Estados Unidos e impulsado por David Hobby, sobre todo por su posibilidad de separar el flash del eje de la cámara, cosa de la que hablaremos en capítulos siguientes.

A la hora de comprar un flash externo, hay que valorar ciertos aspectos. Vamos a profundizar en ellos para saber cómo tenerlos en cuenta:

Panel difusor: controlando la luz del flash para que sea más suave

La luz que emite un flash es una luz llamada “luz dura”, es decir, sin modificación alguna la luz del flash tiende a provocar sombras duras. Esto significa que existe un fuerte contraste entre las zonas que quedan en sombra y las zonas iluminadas, provocando que se marquen ciertos rasgos como las dichosas ojeras o la sombra bajo la barbilla. Todo se debe a que la luz del flash es muy dirigida.

Zoom del flash

“Pero si he puesto el zoom a 35mm, ¿eso debería abrir el ángulo?”, te preguntarás. Aunque no hemos llegado al zoom del flash aún, puede que sepas que poner el flash a su mínimo zoom produce una luz menos dura, más suave. Aún así sigue siendo algo dura.

Para suavizar la luz dura que emiten los flashes externos, la mayoría incorpora de serie un pequeño difusor que hace que la luz se reparta en un ángulo mayor. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Para suavizar la luz, la mayoría de los flashes incorporan ya de serie un pequeño difusor que hace que la luz se reparta en un ángulo mayor y, por tanto, el efecto sobre el sujeto sea más suave. Conclusión: Sombras menos duras y rasgos más agradables.

Sin embargo, puedes incorporar algún tipo más de difusor y acoplarlo a tu flash:

Ver difusores de flash

Usar el flash : tarjeta blanca difusora/reflectante y “catchlights”

Aunque no parezca que tenga utilidad alguna, sí que la tiene. Hace tiempo no todos los flashes la incorporaban pero ahora ya es algo habitual. Una buena técnica que explica el uso de la tarjeta blanca es su uso con el flash rebotado hacia en interiores. Imaginad que tenéis que hacer un retrato a alguien en una habitación con un techo no demasiado alto. Para iluminar de forma más suave aún ponéis el difusor y dirigís el flash hacia el techo, dejando la tarjeta blanca fuera.

“Catchlights” o reflejos en los ojos

“Hey, Alfonso, cuéntanos eso de los catchlights”, estaréis pensando. De acuerdo. Los “catchlights” son los brillos sobre la superficie del ojo derivados de una fuente de iluminación. Estos pequeños brillos añaden profundidad y vida a los ojos en un retrato. Es lo que llamaríamos vulgarmente “el brillo de los ojos”. En fotografía, la ubicación de los catchlights vienen determinados por el esquema de iluminación: la luz principal y de relleno, por su altura, ángulo, forma de la fuente de luz así como por la distancia hasta la cámara.

Para conseguir reflejos en los ojos en los retratos, usa la tarjeta blanca para rebotar la luz. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Esto es válido para usar el flash en exteriores también. Podemos disparar el flash hacia arriba sin que que rebote en ningún sitio ni tenga incidencia en la luz del sujeto, salvo la que rebota en la tarjeta blanca y que servirá para conseguir el tan deseado brillo en los ojos (un buen truco que me contó hace tiempo mi amigo David).

Pantalla y controles

Pantallas sencillas, por favor. Confieso que no soporto las pantallas complicadas llenas de botones, ni en la cámara ni en el flash. Lo tolero más en la cámara porque pongo mi configuración y trabajo con eso y no tengo que variar demasiado, salvo con el dial. Pero con los flashes a veces tienes que trabajar y cambiar parámetros muy rápido para poder aprovechar las oportunidades, sobre todo en fotografía social o de eventos. Una pantalla clara y unos buenos controles bien colocados y accesibles son un gran punto a favor a la hora de trabajar con un flash.

El zoom del flash: un elemento que no hay que olvidar

Muchos de los flashes actuales ya incorporan la posibilidad de manejar el zoom del flash. De forma similar a un objetivo tipo zoom, que abre desde una posición angular para tener mayor ángulo de visión hasta cerrar a una posición tele donde se cierra el ángulo de visión, podemos hacer lo mismo con el zoom del flash.

En la posición más angular aumentamos el ángulo de salida de la luz del flash, por lo que será más suave y menos intensa. Ocurre los contrario en la posición tele. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Si ponemos el zoom en la posición más angular, aumentamos el ángulo de salida de la luz por lo que será más suave y menos intensa. Al contrario cuando ponemos el zoom en una posición más tele, más alta, ya que cerramos el ángulo de salida de la luz y obtenemos una luz más intensa, dura y concentrada.

Usar el flash: TTL

La posibilidad de que un flash tenga TTL es clave para fotografía social, de eventos y reportaje. TTL o through the lens (“a través de la lente” en inglés) son las siglas que describen el modo más automatizado de cuantos podemos tener en un flash, puesto que en este modo el destello del flash se calcula de forma totalmente automática.

¿Cómo funciona? Previamente a la toma de la fotografía, se dispara un pequeño predestello que ilumina la escena y rebota en el motivo de la toma, llegando hasta el interior del objetivo para finalmente ser recogido por el sensor de iluminación de la propia cámara. De esta forma tenemos los datos necesarios para que un pequeño procesador calcule la duración del destello.

EXIF: Nikon D7000 con AF Nikkor 50mm, ISO 500, f2, 1/8000″. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Modo TTL incluido

La mayoría de las marcas ha implementado su propia versión del sistema TTL, añadiéndole características especiales y propias que hacen que no podamos usar flashes TTL diseñados para una marca salvo en modo manual.

La mayoría de las marcas miden este predestello como si el motivo sobre el que recibe esa luz reflejase entre un 18 y 25% de la misma. Por tanto, cuando tenemos un motivo/sujeto/escena muy claro o muy oscuro el TTL puede que produzca un destello que deje al motivo subexpuesto o sobreexpuesto. ¿Qué podemos hacer? No os preocupéis, este modo automático permite ser corregido o compensado varios pasos arriba o abajo.

Usar el flash: compensación de la exposición

Podemos anticiparnos a estos “errores” y compensar con 1 o 2 pasos menos (subexponiendo) cuando estamos realizando retratos nocturnos por la tendencia a sobreexponer motivos oscuros. También podemos subir uno o dos pasos (sobreexponiendo) cuando nos encontremos en situaciones de mucha luminosidad para compensar la tendencia a subexponer en esos casos. La compensación de la exposición del flash está para algo, úsala.

TTL con un paso menos de exposición para compensar la poca luminosidad. Se añadió un flash esclavo detrás de la moto para perfilar un poco la silueta del motero. ©Alfonso Domínguez Lavín.

A la hora de usar el TTL es recomendable, por tanto, utilizar la medición ponderada al centro puesto que al medir sobre una zona más reducida (el cuerpo del sujeto) tendremos un mayor control de la iluminación. Además, usando la medición puntual perderíamos algunos modos especiales TTL como TTL-BL en Nikon.

Es el modo ideal para la fotografía social, el fotoperiodismo, los fotorreportajes o la fotografías de eventos donde se necesita rapidez de movimientos por parte del fotógrafo, ya que habitualmente tiene que desplazarse por todo el área de trabajo buscando diferentes ángulos o tiene que reaccionar cuando alguno de los personajes a fotografiar vaya a realizar algún movimiento interesante.

HSS o FP: sincronizando a alta velocidad

Si tu flash no cuenta con esta opción (de la que ya te hablamos en su día) estarás limitado a poder sincronizar la velocidad de obturación de la cámara con el flash solamente hasta 1/250″. Este valor aparece en el manual de cada cámara. Pero ¿y si estamos a contraluz y necesitamos iluminar nuestro sujeto? ¿O queremos oscurecer la luz ambiente usando una velocidad alta de obturación?

El sistema HSS permite disparar a velocidades mayores lanzando destellos rápidos y cortos durante todo el tiempo que dura la toma. ©Alfonso Domínguez Lavín.

Disparando con alta velocidad

A la hora de usar el flash a veces necesitaremos usar altas velocidades de obturación (1/1000, por ejemplo). Si nuestro flash no dispone de HSS, obtendremos una cortinilla negra en la parte inferior de nuestra toma. Esto ocurre porque nuestro flash, al no disponer de sincronización HSS, no es lo suficientemente rápido como para ir a la misma velocidad que a la que trabaja el obturador de la cámara.

EXIF: Nikon D7000 con AF Nikkor 50mm, ISO 500, f2, 1/4000″. ©Alfonso Domínguez Lavín.

El sistema HSS (llamado también FP) permite que puedas disparar a velocidades mayores lanzando destellos rápidos y cortos durante todo el tiempo que dura la toma. Así, por ejemplo, si disparamos a 1/1000 y nuestra velocidad máxima  es 1/250, con HSS se dispararían varios destellos para que el sector o parte visible expuesta del sensor vaya siendo iluminada coherente y uniformemente según se produce el movimiento simultáneo de las cortinillas.

Usar el flash: número de guía, algo más que un dato

¿Qué es el número de guía? Es una de las maneras que hay para medir la potencia luminosa del flash o, dicho de otro modo, de medir la intensidad del destello que emite el flash. El número de guía se utilizaba desde hace mucho y variaba en función de la sensibilidad de la película. Ahora con los sistemas digitales lo habitual es dar ese valor en relación a ISO 100 o si no se dice nada hemos de suponer que es en relación a dicho valor. Además, se da en relación a la posición de mayor zoom del flash. Se calcula según esta fórmula:

Numero Guía = Distancia en metros a la escena x número f (a ISO100)

Truco

Una regla rápida para saber el número de guía cuando variamos la ISO es que el número de guía se multiplica por dos al aumentar dos pasos la sensibilidad. Es decir, si el número de guía es 40 a ISO100 será 80 a ISO400 (dos pasos: 100, 200, 400). En todos los manuales actuales de flashes podemos encontrar una escala de distancias que nos podrá servir de orientación para ver a que distancias llega la luz del flash en relación a su potencia y la posición del zoom.

No quiero aburriros con fórmulas matemáticas pero quedaos con la idea siguiente: cuanto mayor número de guía, mejor. Mejor porque es mejor tener mayor potencia que quedarnos cortos a la hora de iluminar, así de simple y sencillo. Y otro dato: cuanto más angular sea la posición del zoom menor distancia alcanzamos con el flash y cuanto más “tele” sea la posición del zoom mayor distancia alcanzaremos.

3. Conclusiones sobre cómo usar el flash

Un flash es un dispositivo de luz controlada que, como habéis visto, dispone de muchas opciones. Cuanto mejor sea el flash, nos dará una mayor calidad de luz y tendremos unas mayores posibilidades creativas. Pero de nada sirven esas características si no entendemos realmente para qué sirven.

En los siguientes posts abordaremos una serie de consejos para poder poner en práctica lo aprendido hoy: veremos cómo manejar la luz, cómo funciona realmente y cómo aplicar correctamente conceptos como el TTL, el modo esclavo o la sincronización de alta velocidad HSS, e incluso empezaremos a manejar esquemas de iluminación y modificadores de luz. ¿Os apetece? Espero que sí.

Foto destacada: ©Alfonso Domínguez Lavín.

En este artículo se ha utilizado un flash Gloxy GX-F990, para más información pincha en el botón.

Y aquí abajo os dejamos la nueva versión de éste, el GX-F1000, el cual mejora prestaciones, incluyendo nuevos modos como su control en modo esclavo o master.

Ver Flash Gloxy GX-F1000

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