Cómo entender la fotografía contemporánea (sin volverse loco)

• Redacción Foto24


• 17 Jun 2015

La fotografía contemporánea irrumpe en España con gran fuerza y copa con su concepto concursos fotográficos, becas de formación de grandes escuela de fotografía, exposiciones, congresos y, por supuesto, fotolibros. Aunque este tipo de fotografía lleva ya unos cuantos años entre nosotros, sobre todo en el ámbito de la fotografía de autor, existen muchos escépticos a los que les cuesta considerar la fotografía contemporánea como algo artístico y respetable. Sin entrar en opiniones al respecto, en este artículo vamos a darte las claves, a modo también un poco humorístico y distendido, de cómo entender este nuevo tipo de fotografía. Y, por qué no, practicarlo tú mismo.

10 claves básicas para entender la fotografía contemporánea

Cómo dice Óscar Colorado Nates, profesor de la cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana de la Ciudad de México, “tratar de comprender una fotografía artística contemporánea con las mismas herramientas que usamos para leer las imágenes familiares o del periódico no nos llevará demasiado lejos…”. Por eso, te anticipo con qué cosas puedes encontrarte cuando te enfrentes a la lectura de una fotografía contemporánea. Así irás preparado y estarás receptivo con estos nuevos códigos y planteamientos.

1. Olvida las reglas de composición

Una de las primeras cosas de las que te vas a sorprender recae en ciertas premisas que seguro has escuchado nada más empezar a estudiar fotografía, como pueden ser los principios básicos de composición. Habrás escuchado hablar de la regla de los tercios, la regla áurea, dónde se debe colocar el horizonte, puntos de atención, etc. Bueno, en la fotografía contemporánea, por decirlo de alguna manera, tener el horizonte torcido no se considera un error. Por crear algún tipo de metáfora, es como si pasáramos de un cuarto ordenado a uno desordenado. Pero en el nuevo cuarto donde puede existir el caos, el desorden no se considera algo que haya que castigar, si no algo bello que tiene su lugar y su protagonismo.

Fotografía de Juan Valbuena, fundador de NOPHOTO

2. En la fotografía contemporánea el enfoque no es un requisito básico

Al igual que con la composición, con el enfoque se suavizan las exigencias. Tanto, que podrás encontrarte con una fotografía totalmente desenfocada. Se acabaron los “requisitos básicos” para llegar a una fotografía, al menos, correcta. No existe el concepto de foto “correcta” en este nuevo mundo. Porque, como te irás dando cuenta a lo largo del artículo, la fotografía contemporánea se va a encargar de romper lo establecido. Las normas que antes nos parecían inquebrantables ahora pueden ser cuestionadas.

Fotografía de Vari Carames, titulada “Bam Bam”

3. La sobreexposición puede ser un recurso

Y venimos al tercer pilar que te enseñarán al estudiar fotografía. Ya hemos hablado de la composición y del enfoque. Ahora toca la exposición de la imagen. Por lo general, se entiende que una imagen subexpuesta o una imagen sobreexpuesta no es una imagen “correcta”, es un error. Pero de nuevo llega la fotografía contemporánea para contarnos que esto no tiene por qué ser así. Y que la sobreexposición (siempre intencionada), puede ser un recurso más para que el fotógrafo exprese su concepto.

Fotografía de Julian Barón, de su fotolibro “C.E.N.S.U.R.A.”

4. Lo banal se convierte en transcedente en la fotografía contemporánea

Hartos de ver fotografías de bellos paisajes, animales exóticos, monumentos importantes, modelos, famosos, personas en un momento importante de la vida (bautizos, bodas, comuniones…) la fotografía contemporánea llega con la intención de reclamar un espacio para los momentos banales y sin supuesta importancia. Lo ordinario merece su protagonismo y la fotografía contemporánea se lo da, considerando que dichos momentos, lugares, personas y objetos vulgares tienen mucho que contar. Esto, sin duda, es uno de los aspectos que más caracterizan a la fotografía contemporánea.

Fotografía de Louis Porter, de la serie “Australian Colors”

5. No es necesario que el retratado salga favorecido

Dentro de este aura de salir de lo establecido y de inmortalizar aquello que hasta ahora no se consideraba merecedor, los retratos cobran también un carácter especial. Personas que no miran a cámara, que están de espaldas, con los ojos cerrados, con gestos no muy favorecedores o pillados infraganti, suelen aparecer de forma continuada en los trabajos de autor de muchos fotógrafos que se enmarcan dentro de la fotografía contemporánea. Que el retratado salga “guapo” realmente es lo de menos.

Fotografía de David Hornillos, de su fotolibro “Mediodía”

6. En la fotografía contemporánea el concepto cobra gran relevancia

En este contexto donde la estética pierde toda su fuerza o, por decirlo de otra manera, toma un papel diferente al que tiene en la fotografía clásica, el concepto cobra un gran protagonismo. Es el que va a justificar todo lo demás, el que dará sentido a la obra. Sin él, la fotografía contemporánea no es nada. Todos los fotógrafos contemporáneos que realizan fotografía de autor o proyectos personales lo tienen muy en cuenta. Por eso el mensaje, el discurso, y lo que hay detrás de eso, que es el concepto, no sólo tiene que existir, si no que tiene que ser relevante y estar bien articulado a lo largo de la obra.

Fotografía de Carlos Spottorno, de su fotolibro “The Pigs”

7. Importante: trasgredir

Como toda nueva tendencia, uno de sus pilares es romper con lo anterior. Esto ocurre de igual manera en otros ámbitos como en el de la moda o en el de la pintura. La nueva generación de creadores en algún ámbito artístico suelen tener en común un objetivo: hacer algo diferente a lo que hicieron sus antecesores. A veces se consigue, y a veces, sin ser muy conscientes, se repite lo que ya se hizo en algún momento. De cualquier manera, uno de los objetivos del arte siempre ha sido remover conciencias y agitar a las masas, y la fotografía contemporánea no se va a quedar atrás en este aspecto.

Fotografía de Alycia Fung en Pexels

8. La narración y el discurso por encima de la fotografía individual

Acostumbrados a ver “la foto”, esa gran foto increíble que nos encanta, que compartimos en Facebook, en Twitter, que colgaríamos en el salón de nuestra casa… nos va a costar entender otro cambio que llega con la fotografía contemporánea. Los proyectos fotográficos que suelen enmarcarse dentro de este tipo de fotografía suelen estar pensados para crear un discurso entre fotografía y fotografía, por lo que tenemos que cambiar la forma en la que “leemos” estas obras. Muchas fotografías contemporáneas no tienen sentido sin sus compañeras, si las descontextualizas y las contemplas de forma aislada, pierden su sentido. Por eso es el fotolibro el que mejor está articulando los nuevas obras fotográficas contemporáneas.

Instalación de Óscar Monzón, Karma

9. El formato tiene mucho protagonismo en la fotografía contemporánea

Y, justo por lo que hemos dicho anteriormente, el formato donde se va a materializar la obra contemporánea cobra una gran relevancia y merece de muchísima atención y cuidado: se lo puede considerar parte de la obra. Un gran ejemplo es el fotolibro “Pain” de Toni Amengual, en el cual para ver las fotografías tienes que “apuñalar” (con un cuchillo que viene incluido, eso es un detalle).

Es un libro que lleva el concepto hasta la última fase del proyecto fotográfico: el formato físico. Y no sólo eso, si no que, además de reflejar el concepto de la propia obra, interactúa con el público. Porque otra de las bases de la fotografía contemporánea es hacer que el espectador sea partícipe de la decodificación del discurso de una manera activa.

10. Una cuestión de gustos

Como todo en el arte, el debate está servido. Una cuestión tan subjetiva como qué tipo de fotografía nos gusta no puede aspirar a una conclusión general en la que todos estemos de acuerdo, y al fin y al cabo, ahí está la gracia. Por eso si te interesa este tipo de fotografía o te ha picado la curiosidad sobre la fotografía contemporánea, te animo a que te sumerjas en este mundo sobre el que podrás encontrar libros, exposiciones, concursos, cursos e incluso másteres. Si no te ha convencido para nada y te parece lo más alejado que has visto nunca respecto a lo que entiendes por fotografía, no pasa nada. Por fortuna el mundo visual nos brinda gran variedad de vertientes en las que poder encauzarnos, y en este blog esperamos servirte de guía en cada una de ellas para que des tus primeros pasos.

Sería muy interesante que debajo dejaras un comentario diciendo cuál es tu tipo de fotografía favorito, y lo más importante: por qué. Un debate más que emocionante nos espera. ¿Te animas?