De la fotografía al vídeo: Principios básicos

• Carlos Garcia Robles


• 9 Mar 2018

Desde hace unos años atrás, el vídeo ha tomado fuerza en nuestra cultura, convirtiéndonos cada vez más, en vez de una sociedad dominada por las imágenes, dominada por el vídeo. Este movimiento en alza ha hecho que muchos fotógrafos, los más aventureros y curiosos, apuesten por la imagen en movimiento.

Esto se debe a las facilidades que nos dan las nuevas cámaras réflex para poder realizar todo tipo de trabajos, ya sean fotografías o vídeos, consiguiendo calidades profesionales, sin necesidad de decantarte. Así que sin más dilación, si estás buscando pasar de la fotografía al fotograma, sigue esta serie y conviértete en todo un profesional del vídeo.

De la fotografía al vídeo: Principios básicos

Reglas básicas del vídeo

No todo en estos casos va a ser aprender. El vídeo, al tratarse de una sucesión de imágenes fijas, que crean ese efecto de movimiento, se rige por los mismos parámetros que la fotografía: distancia focal, apertura, ISO velocidad de obturación e iluminación. Solo cambia la forma de usarlo.

Si todavía no controlas estos parámetros y quieres empezar por ahí, la serie de blogs de Aprendiendo fotografía, será tu aliada para empezar a conocer un poco más tu cámara.

Fotografia de Kyle Loftus en Pexels

Una vez ya aprendidos los parámetros y cómo usarlos para un mejor uso y una exposición correcta en nuestros vídeos, empezaremos con las reglas más básicas del cine. Fue el cine el primero que se atrevió con la imagen en movimiento y por ende, a teorizar sobre esta.

1. Regla de los 180º del obturador

Esta regla viene a raíz de que las cámaras de cine cuentan con un obturador de unos 180º o medio círculo, por el cual la película o bobina pasa para quedar inmortalizada. La cuestión es que cada vez que este obturador da una vuelta se toma un fotograma. Las cámaras réflex también se rigen por este sistema.

Fotografía de Pixabay en Pexels

Entonces, para que el movimiento de tu vídeo quede natural y no se quede entrecortado o sean movimientos robóticos (ya que el vídeo no hace otra cosa que engañar al cerebro y hacerlo pensar que ve movimiento real, no fotografías seguidas) necesitas posicionar la velocidad de obturación al doble de los fotogramas que quieres conseguir.

Sé que es lioso (a mi me costó entenderlo cuando lo estudié), pero solo debes pensar que, si el obturador es la mitad de un circulo, cada vez que pase por el cuadro, no se tomará un fotograma. Por ello, se inmortalizaran la mitad de fotogramas que vayan a pasar por el obturador.

Es decir, si estamos rodando a 24fps entonces el obturador debería ser 24×2= 1/48s. A partir de aquí ya puedes variar la velocidad dependiendo de la cantidad de fotogramas que necesites. Por ejemplo, para crear efectos de slow motion, se necesita rodar a 60fps. Por ello, lo mejor para esto sería posicionar tu obturador a 1/120s.

2. Regla de los ángulos o del eje de acción

El eje de acción es el posicionamiento de los planos usados (y cámaras) y el  cambio de uno a otro. Es una línea imaginaria que une los ojos de los personajes que hablan entre sí. También puede marcar la dirección de movimiento de un personaje o de un vehículo.

Un ejemplo de cómo NO se debe usar la composición de diferentes ejes, es el salto de eje, el cual hace que el espectador pueda perder la orientación, o dirección de los personajes, haciendo que se pierda parte de la historia y distrayéndose de lo importante.

Corto explicativo, para aprender sobre el salto de eje

¿Cómo solucionamos esto? Pues siguiendo la regla de los 180º que consiste en realizar un círculo alrededor de tus personajes y, a partir de sus miradas, crear una línea imaginaria que haga de centro del círculo. Para no perder el eje habrá que posicionar los tiros de cámara, siempre a un lado del círculo.

Esta, como todas las reglas, una vez aprendida puedes saltártela. De modo que crees el medio círculo sin necesidad de línea imaginaria o saltando el eje de forma intencionada, haciendo perderse al espectador dentro de la película.

Fotogramas de la película “El resplandor” donde se puede visualizar un salto de eje

Un ejemplo muy bueno de esto, es una película de Stanley Kubrick, El Resplandor, donde usa saltos de eje, para hacernos sentir desorientados, como el protagonista de la película.

Junto a esta regla, hay otra relacionada con los grados. Se trata de lo contrario, la separación entre planos diferentes. Esta consiste en que si estás grabando dos planos o tiros  diferentes, debes asegurarte de que estén separados por al menos 30º. De lo contrario, el corte será parecido y puede ser desconcertante para los espectadores.

3. Formatos, resolución y códecs

Esta parte es la más técnica de todas y muy liosa, ya que son datos que normalmente un fotógrafo no suele tener en cuenta. Intentaré resumirlo lo máximo posible, pero lo mejor es investigar y conseguir más información, ya que cada formato y códec, es un mundo.

Formato

Empezaremos con el formato, el cual se definiría como el archivo que almacena toda la información, el que te permite visualizarlo con toda su información. Podrá ser lo que es un .zip o .rar, en archivos, un contenedor que te permite descomprimirlo y visualizarlo.

Fotografía de Anthony 🙂 en Pexels

Resolución

Junto a esto, encontramos la resolución de nuestra imagen, la cantidad de pixeles y por así decirlo, el tamaño del fotograma. En este momento, las resoluciones más usadas son, Full HD y 4K. Ahora, obviamente, hay muchas otras opciones y variaciones disponibles.

Fotografía de Elijah Sargent en Unsplash

Full HD (1920 x 1080), sería como el estándar de relación de aspecto 16:9 ahora mismo en cuanto a imagen, como habrán oído y visto, ya que la mayoría de televisiones y monitores cuentan con esta resolución.

En cuanto al 4K, hay que destacar que es la evolución resolución de la que acabo de hablar. La gente lo ideantifica normalmente de forma errónea como 4K al formato Ultra HD (3840 x 2160). Sin embargo esta es la evolución cercana de los monitores y televisores. Si hablamos del formato 4K real (4096 x 2160) nos estaremos refiriendo a un estándar de cine con una relación ligeramente más amplia.

Mi recomendación para un mejor uso de estos formatos sería, grabar siempre que sea posible en 4K. Así, si después necesitas recortar o editar la imagen, esta no perderá apenas calidad. El problema, es su peso. Y es que ocupa bastante más que un vídeo en Full HD. Otro inconveniente es que existen pocos reproductores 4K en el mercado, por lo que los trabajos casi nunca son apreciados con su resolución real.

Códec

Junto con la resolución, tendrás que elegir la compresión de tu vídeo o códec. Normalmente en estos casos utilizarás uno con mayor o menor compresión. Por ejemplo si es para subir tu trabajo a Internet, necesitarás mayor compresión. Mientras que si quieres seguir editando el archivo, necesitarás la mínima compresión o ninguna.

Para no crear confusión en exceso, hablaré de los tipos de compresión más extendidos en el mercado. En primer lugar encontramos el H264, el usado ahora mismo por la mayoría de los videógrafos, ya que te permite comprimir sin perder apenas calidad. Ideal para poder colgarlo en Internet y plataformas de vídeo, es el adecuado para una exportación final.

Fotografia de Afta Putta Gunawan en Pexels

En cuanto a códecs con menor compresión de archivo, el que yo utilizo en mis ediciones para pasar de un programa a otro es el ProRes 444 XQ (Apple ProRes 4444 XQ para  MAC), pues mantiene la calidad sin compresión alguna. El inconveniente es su alto peso.

Aunque repito que este tema es muy técnico y cada formato códec y resolución se adapta a un tipo u otro de trabajo. Pero ya profundizaremos en este tema en futuros blogs de esta serie.

4. El sonido, ese gran desconocido

Fotografía de © Aaton Digital

Este apartado puede ser en el que la mayoría se pueda sentir más distanciado de la fotografía. Pero no os preocupéis, porque la mayoría de videógrafos, no controlan esta parte muy bien y parece no importarles, siendo igual de importante que la imagen, en el resultado final.

Tampoco yo soy un experto en este apartado, pero sí se lo básico para poder captar  buen sonido en directo, algo muy importante para que todo tenga sentido y atractivo. Para captarlo, necesitaremos micrófonos especiales, dependiendo del tipo de vídeo que vayamos a realizar.

Fotografía de Skitterphoto en Pexels 

Si vamos a realizar una entrevista, siempre serán mejor los micrófonos omnidireccionales (captan el sonido igual por todas sus partes) como son los de solapa o corbata y los micrófonos en mano.

Si grabas una conversación, un concierto, un corto o documental donde sigues al personaje, lo mejor es un micrófono unidireccional (capta más sonido por la parte delantera) pudiendo dirigir el cañón y conseguir buen audio, aunque el micrófono esté más lejos.

Fotografia de Pixabay en Pexels

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Otro elemento muy importante, aunque parezca mentira, son unos buenos cascos o auriculares, con los cuales puedas escuchar el sonido que se capta. Sin ellos, no podrás comprobar si se cuela ruido de otros elementos o si se le entiende bien al protagonista de la grabación.

Todo esto lo desarrollaremos más detenidamente en futuros artículos de la serie “De la fotografía al vídeo”.

5. Enfoque en vídeo

Otra cosa que cambia,aunque conocemos cómo funciona cuando pasas de la fotografía al vídeo, es el enfoque y el control de este. Dependiendo normalmente de la cámara y el objetivo que montes, las cámaras cuentan con un sistema de enfoque continuo más o menos decente. Mientras más nueva, como las CSC, mejor enfoque.

Fotografia de Dennis Skley en Flickr

Pero si tu cámara es más antigua puede que el enfoque automático sea inutilizable, ya que normalmente no sigue al personaje enfocado. Y si lo hace, puede que lo haga recalculando la distancia, dejando inservible ese plano, dado que estará tiempo prolongado redirigiendo el enfoque y probando.

Algo parecido pasará si tu objetivo no tiene enfoque automático. Así que siempre será mejor en estos casos, en los que no haya un sistema de enfoque avanzado, enfocar de forma manual, ya que te dará un mayor control, siendo más confiable que dejarlo de mano de la cámara.

Fotografía de Kaique Rocha en Pexels

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Lo bueno es que, al utilizarse tanto en estos casos el enfoque manual, se han desarrollado accesorios para las cámaras que te permiten un control mucho más preciso y fácil de conseguir. Esto es posible con los sistemas Follow Focus, los cuales encontramos para todo tipo de usuarios.

Fotografía de Sevenoak

Desde los más profesionales con sistemas eléctricos que te dan una mayor rapidez.

Hasta Follow Focus para los más nuevos que consigan un enfoque rápido y continuo, de una forma más cómoda.

Fotografía de Sevenoak

Conclusión

Con estos primeros y sencillos consejos, tendrás suficiente para tirarte al ruedo y empezar a grabar, poniendo a prueba los conocimientos adquiridos. Y pronto volveremos con una nueva entrega de esta serie de la fotografía al vídeo, adentrándonos ya en temas más específicos, para que sigas aprendiendo y te conviertas en todo un profesional.

No olvides compartir con nosotros tus experiencias e impresiones en el blog o en nuestras redes sociales.

Fotografía de portada: Terje Sollie en Pexels