Retratos con Irix 150mm f/2.8 Dragonfly

• Alberto Bouzón


• 21 Jun 2019

Desde que lo compré no lo saco de la mochila porque cubro con un solo objetivo una gran variedad de situaciones: Es uno de los mejores macros actuales en el mercado, es un tele ideal para usarlo en mis paisajes. Y ahora estoy haciendo retratos con Irix 150mm con una calidad superior.

Desde hace unos meses estoy usando el objetivo producido por Irix 150mm f/2.8 Macro y, la verdad, es que no puedo estar más satisfecho por su compra. Como ya indiqué en el primer artículo que escribí sobre él, me parece un objetivo muy polivalente. Se adapta a muchas situaciones y tiene una relación calidad-precio inmejorable.

Retratos con Irix 150mm ¿Por qué es tan bueno?

Las características que hemos visto en anteriores artículos lo convierten en un magnífico objetivo retratero. Ahora vamos a analizar estas características. Pero centrándonos en nuestras fotos de retratos, tanto cortos, como medios y generales.

Definición y nitidez en retratos con Irix 150mm

Este objetivo produce unas imágenes con una definición y una nitidez extraordinarios. Los elementos aparecen perfectamente definidos desde el centro hasta los bordes de la pantalla.

Por ejemplo, en uno de los retratos con Irix 150mm de mi hija África jugando con las gafas de sol, se puede ver lo bien detallados que están los elementos del foco.

Esta foto está tomada a una apertura intermedia. Con esto he conseguido que prácticamente el rostro completo incluidas las gafas de sol estén enfocados.

Pero si hacemos un recorte sobre el ojo izquierdo veremos como se observan las pestañas perfectamente definidas. Incluso se me ve tomando la foto en el reflejo de las pupilas. Si quieres aprender a hacer fotografías de ojos no te pierdas este artículo. 

Esto no solo ocurre en el centro de la imagen de los retratos con Irix 150mm. Si nos vamos sobre la mano veremos como tiene los dedos llenos de arena, y los cristales de cuarzo se aprecian a la perfección.

Pero no solo en el punto dulce este objetivo es nítido. A máxima apertura tiene una capacidad de resolución muy alta. Se puede apreciar en esta foto, donde los detalles en foco están completamente definidos.

Si recortamos sobre el rostro podremos ver que todo tiene una magnifica definición y detalle.

La capacidad de reproducción en retratos con Irix 150mm es magnifica. También es verdad que hasta las más mínimas manchitas en la piel aparecerán perfectamente. Pero, como ya sabemos matizar las pieles en post-producción como expliqué en unos de mis primeros artículos en Foto24 con “7 pasos para retocar retratos”, no nos resultará ningún inconveniente.

Bokeh o desenfoque

Otro de los aspectos esenciales de cualquier objetivo para retratos debe ser el bokeh o desenfoque.

Esto nos permitirá separar del fondo a nuestros modelos y verdaderos protagonistas de las fotos. Y no es tan solo cuestión de cantidad sino más bien de calidad. Es decir, estos desenfoques deben ser suaves. O, como a mi me gusta llamarlos: cremoso.

En el caso de los retratos con Irix 150mm, es como si el fondo hubiese sido pintado con acuarelas y tonos pasteles. Sobre todo cuando la luz es favorable.

Por ejemplo, en este retrato de mi hija Adriana, tomado directamente a f/2.8, podemos observar la perfecta separación entre la niña y el fondo, que aparece perfectamente desenfocado con unas transiciones en los bordes muy suavizadas. Incluso las luces o reflejos especulares sobre el lado derecho de la cabeza han sido captados a la perfección.

Otro de los retratos con Irix 150mm, en este caso uno de cuerpo completo, de Paula podemos ver cómo los planos de desenfoque se aprecian perfectamente y las transiciones entre los mismos son extremadamente suaves. Conseguimos separar al modelo del fondo, aunque las distancias sean más cortas.

Retratos con Irix 150mm y primeros planos

En planos más cercanos la capacidad macro de este objetivo nos permite tomar fotos con detalles perfectos y desenfoques con un maravilloso bokeh.

En este primer plano de Paula, los labios están perfectamente enfocados. Pero si observamos los eslabones de la cadena que lleva al cuello, nos muestra un bokeh en forma de burbuja. Al mismo tiempo los elementos fuera de la cara y más alejados parecen haber sido pintados careciendo de detalles, consiguiendo una completa separación entre la modelo y el fondo.

Dando un paso atrás y cerrando un poco el diafragma conseguimos que todo el rostro esté en foco y el mismo nivel de desenfoque en el fondo.

Con el fondo adecuado y jugando un poco con las luces, podemos conseguir retratos con Irix 150mm con un bokeh espectacular usando la máxima apertura y obteniendo retratos de gran calidad. Como este retrato de África el día de su comunión.

Luminosidad

El contar con un teleobjetivo de 150mm con una luminosidad de f/2.8, nos permite conseguir unas magníficas fotos. En este caso de retratos. Incluso en condiciones de luminosidad adversas y sin necesidad de usar flash ni otros elementos.

Por ejemplo, en bosque cerrado y a plena sombra (hasta la poca luz que entra a contraluz) podemos conseguir retratos perfectos como este de mi hija Adriana.

Incluso cuando está oscureciendo, podemos continuar con nuestra sesión de comunión sin tener recurrir al flash y ni usar ISOS extremadamente grandes que nos restan definición en las fotos.

Focal / Deformación / Calidad óptica

Debemos tener en cuenta que las focales más recomendadas para hacer retratos varían entre los 75mm y los 150mm, siendo los más habituales los 85mm, 105mm y 135mm. A partir de 150mm se suelen producir algún tipo de deformación en los rostros debido a la compresión de planos que realiza los teles más largos.

El Irix 150mm se encuentra al limite. Pero para nada se nota ese tipo de deformación, ni ninguna otra. Los rostros se representan naturales con volumen, tal y como son.

Aun llevándote el rostro hasta una de las esquinas del encuadre no se aprecia ningún tipo de deformación. Ni siquiera un viñeteado a máxima apertura.

Por último, de este apartado, señalar la nula presencia de aberraciones cromáticas, incluso a las máximas aperturas aún teniendo elementos finos situados en las esquinas del cuadro.

Retratos con Irix 150mm y reproducción de color

Antes hablábamos de las aberraciones cromáticas. Bueno, de la ausencia de las mismas. Esto me trae otra característica muy importante de los mejores objetivos retrateros, que es la fidelidad del color.

Llevo varios años usando uno de los mejores objetivos que se han creado nunca para retratos, el Canon EF 135mm f/2 L. A este objetivo se le considera como uno de los mejores en el mundo de Canon para este menester.

La verdad es que es magnífico. Pero, después de probar el Irix 150mm, os puedo asegurar que no tiene nada que envidiarle en cuanto a las características antes comentadas. Y sobre todo, en cuanto a reproducción de color que es el punto fuerte del objetivo Canon.

De hecho, os podría preguntar con qué objetivo pensáis que está hecha cada una de estas fotos y seguramente no las distinguiríais… me apuesto lo que queráis.

Pues como he comentado, la capacidad de reproducir colores es magnífica. Incluso cuando tenemos algún tipo de contraluz.

También es verdad que una cámara moderna de última generación es capaz de reproducir colores en las peores circunstancias. Pero si no cuenta con un objetivo de calidad no trabaja de la misma manera.

Si quieres aprender a hacer fotos de primera comunión pincha aquí.

A pleno sol y casi en contraluz se aprecian todas las tonalidades del campo de girasoles, así como del vestido de mi princesa, tanto en las luces, como en las sombras. Insisto que la cámara hace mucho, pero si la lente no acompaña, no hay nada que hacer.

Incluso trabajando con flash, los colores obtenidos son magníficos y naturales como se puede apreciar en esta foto de estudio a mi amiga Inma.

Versatilidad y usabilidad

Por último quiero insistir en una cuestión muy importante que hace referencia a la versatilidad y usabilidad de este objetivo. Al comienzo del artículo hemos comentado que es prácticamente un objetivo tres en uno. Cumpliendo a la perfección en cada una de las facetas que hemos comentado: macro, tele y retratos.

Pero hay algo que debo comentar. Aunque no sea exclusivo del uso del Irix 150mm como objetivo retratero, sí es muy importante y hay que tener en cuenta el nivel de “usabilidad”.

Es decir, las características de versatilidad, calidad y sobre todo ligereza, hace que este objetivo sea muy interesante para llevarlo a cualquier salida fotográfica.

Y nos permitirá conseguir magníficas fotos en casi cualquier situación. Incluso cuando salgo de senderismo por la sierra de Huelva, que sé que voy a andar varios kilómetros, no me importa llevármelo. Ojo, no es que no pese, es que otros objetivos pesan mucho más.

De hecho, uno de los objetivos con uso tan versátil podría ser el Canon 70-200mm f/2.8. Pero este objetivo sin ser macro ya pesa casi el doble y vale casi el triple. Y cuando lo he tenido, me ha dado mucha pereza llevarlo de paseo. Lo he dejado para sesiones en estudio o para cuando me desplazaba en coche.

El Irix no cuesta trabajo sacarlo de la mochila. Además puedes quitarle el anillo de soporte para el trípode con lo que te queda algo más ligero.

Lleves donde lo lleves, te permitirá entre otras cosas, hacer retratos como este a mis hijas en pleno sendero.

Conclusión

Para mí es un objetivo indispensable que no sale de la mochila. Pero si ya voy pensando en retratos, es que posiblemente ni siquiera se despegue de la montura de la cámara.

Aunque tenga el posible inconveniente del enfoque manual, gracias a la confirmación de enfoque y al empleo del “Live View” o enfoque en pantalla, junto a las vistas ampliadas, el nivel de error es mínimo. Y la calidad de la lente y la versatilidad que presenta compensa de SOBRA. Otra gran maravilla de los ingenieros de Irix junto con el 15mm y el 11mm.