En la conciencia fotográfica popular se tiende a establecer clasificaciones casi estancas con respecto al equipo. Todos en cierta manera tendemos a hacer nuestros esos tópicos que clasifican las cámaras y los objetivos como específicos para cierto tipo de fotografía.
Así los angulares son armas ideales para el paisaje, las focales estándar fijas y luminosas son carne de estudio o los ojos de pez son poco más que una extravagancia.
Sin embargo, algunas de las mejores sesiones de bodas que he visto tenían la forma de un gran angular, algunas de las fotos de paisaje más impactantes que he encontrado habían sido tomadas con una lente fija de las denominadas portrait monster… ¿y sobre el ojo de pez?
Existen dos tipos de ojos de pez bien diferenciados, aquellos que producen un recorte con forma circular y los que ofrecen una toma que cubre la totalidad del fotograma.
Los que pertenecen a la segunda categoría son un recurso muy a tener en cuenta a la hora de configurar nuestros equipos. Prueba de ello es que últimamente están siendo utilizados de forma intensiva en disciplinas fotográficas que hasta hace relativamente poco parecían estar vetadas a este tipo de lente.
El Samyang 8mm f/2.8 Fish Eye pertenece a este segundo grupo: los que ofrecen la posibilidad de realizar fotografías que cubren la totalidad del fotograma. Así pues se abren infinidad de posibilidades fotográficas para esta lente. Pero teóricamente de nada serviría esta característica si la lente no diera la talla en otros aspectos.
¿Qué tal es el Samyang 8mm f2.8 Fish Eye para Fuji X?
Respecto a la construcción, que es lo que marca la primera impresión, una palabra lo define: sólido. Y es que en mano se aprecia por su peso y acabados que estamos ante una lente construida a conciencia.
En este caso el aro de enfoque ofrece una resistencia justa para que al utilizarlo tengamos conciencia del movimiento que estamos aplicando en el mismo. Por otro lado, contamos con un anillo del que depende la apertura del diafragma y que nos indica cada “paso” de diafragma con un clic. Al igual que en el caso del aro de enfoque, no debemos temer accionarlo por accidente.
Como he comentado anteriormente, contamos con un aro de enfoque del cual dependeremos precisamente para eso, para “enfocar”. Y es que este 8mm carece de AF.
Para muchas personas la ausencia de AF es un “pero” a la hora de comprar un objetivo, sin embargo esto no supone ningún problema de forma general en la mayoría de los objetivos de focales angulares o estándar y no lo es en ningún caso en este Samyang 8mm.
Y es que el 8mm podría perfectamente carecer de aro de enfoque si llevamos el razonamiento al extremo. Esto se debe a que por su focal de 8mm (equivale aproximadamente a un 12mm una vez montado en una cámara con factor de recorte de 1.5x) prácticamente nada más girar el aro de enfoque entramos en la denominada hiperfocal. Así pues, para una apertura f/2.8 la hiperfocal se encuentra enfocando a una distancia de unos 13 cm. Es decir, el AF no sólo es innecesario sino que lo único que aportaría a efectos prácticos sería un mayor peso en el conjunto.
Antes he indicado una hipotética apertura F/2.8 y es que esa es la máxima apertura que permite el 8mm de Samyang para cámaras sin espejo con montura Fuji X, disponible también con monturas Sony E y Samsung NX. Gracias a esta luminosidad podremos realizar fotografías en condiciones de poca luz lo cual unido a sus escasos 8mm dan como resultado fotografías capturadas a velocidades impresionantemente lentas sin que estén trepidadas. Más allá de las posibilidades que ofrece para realizar fotografías de paisaje nocturno como pueden ser vías lácteas, donde ese 2.8 nos ayudará a no disparar a ISO que en la práctica son poco menos que inutilizables, por poner solo un ejemplo.
Buena noticia la de que este Samyang 8mm permita una apertura de f/2.8, ¿pero es utilizable?
La respuesta es rotunda SI. La nitidez en el centro es muy buena (lo cual no debería sorprender a nadie) y también en los extremos a esta apertura. Su comportamiento incluso a su máxima apertura (f/2.8) es muy buena en su conjunto.
Esto se debe a que a tan sólo f/4 la lente está dando lo mejor de sí misma en cuestión de nitidez. Lo cual se mantiene sólo con una ligera caída hasta f/8, apertura a partir de la cual empieza a caer en su rendimiento.
En lentes de más milímetros de focal esto sería un problema, ya que para realizar por ejemplo fotografías de paisaje se necesitaría cerrar el diafragma incluso por encima de f/8 para poder “tener en foco todo”. En el caso del Samyang F/2.8, conseguimos la hiperfocal prácticamente de manera instantánea como hemos visto anteriormente. Así pues este objetivo da lo mejor de sí mismo donde interesa, cuando aún es luminoso.
Sólo queda aprovechar los efectos de su efecto de ojo de pez y obtener fotografías impactantes.
Algunos consejos para utilizar este objetivo
– Sitúa la línea del “horizonte” (sea literal o no) en la parte central del fotograma, de esta forma la distorsión y ángulo de visión jugaran a tu favor y no desvirtuarán la toma.
– Acércate tanto como puedas al sujeto principal o todo lo contrario. Por su distorsión extrema de efecto barrilete debemos jugar a los extremos. No dejes que si la foto gira entorno a un elemento en concreto, “éste” quede en tierra de nadie
– Abre a f/2.8, sitúa el aro de enfoque en 0,2m y simplemente disfruta.
El Samyang 8mm Fish Eye es una lente muy recomendable a incluir en nuestros equipos, que nos permite “redescubrir” lugares que ya hemos fotografiado y que nos ofrece la posibilidad de obtener fotos espectaculares… para eso solo tienes que salir a hacer fotos, de la parte técnica ya se encarga Samyang.