Formato RAW: ventajas e inconvenientes del negativo digital

Los fotógrafos profesionales utilizan en sus imágenes el formato RAW, ya que raw es sinónimo de calidad. Sin embargo, muchos aficionados no se atreven a dar el salto a este formato porque lo ven como una especie de “agujero negro”, porque empezaron con una cámara compacta que sólo disponía del formato JPEG y con su nueva réflex aplican el dicho de “Más vale lo conocido…”, o porque no tienen claro sus ventajas e inconvenientes.

Si quieres dar un salto cualitativo en la calidad de tus fotografías deberías disparar siempre en formato RAW. ¿Quieres despejar todas las dudas que te puedan quedar sobre este formato? ¿Te gustaría ver un ejemplo de lo que puedes conseguir con una imagen raw? Pues en este post vamos a explicarte con todo lujo de detalles las ventajas e inconvenientes de este formato. Además, comprobarás con ejemplos reales, lo fácil que es recuperar fotos que pensabas tirar a la papelera. ¿Nos acompañas?

Pero antes de contaros cuáles son las ventajas e inconvenientes del formato RAW, vamos a recordar brevemente qué es este formato.

Qué es el formato RAW o negativo digital

El formato RAW o negativo digital es un archivo ‘en bruto’, es decir, un archivo sin procesar. Cuando la cámara captura una imagen en este formato, graba los principales ajustes (equilibrio de blancos, saturación, contraste, nitidez) como metadatos anexados en el propio archivo de imagen y lo guarda en la tarjeta de memoria como un archivo de 12 (o 14) bits por canal. La imagen captada ni se procesa ni se comprime. De hecho, el archivo RAW no es ninguna imagen. La imagen que vemos en la pantalla LCD de la cámara o cuando abrimos ese archivo en un programa de edición RAW, es una versión JPEG de la imagen captada. Por todo ello es necesario un revelado con un software específico de revelado RAW, y precisamente por todas esas razones se conoce como negativo digital.

En el mercado existen numerosos programas de revelado RAW. Cada marca de cámaras dispone de su propio software, que se acostumbra a ofrecer con la propia cámara.

Reveladores RAW de las propias marcas de cámaras:

• Canon: Digital Photo Professional
• Nikon: View NX2 y Capture NX-D (Capture NX-2, de pago)
• Olympus: Olympus Viewer
• Panasonic: SILKYPIX
• Pentax: SILKYPIX
• Sony: RAW Viewer

Reveladores RAW de terceras marcas (de pago)

Los más conocidos y utilizados son los siguientes:

• Adobe Lightroom
• Adobe Camera Raw (ACR)
• Capture One Pro

Las imágenes de ejemplo de este post están editadas con Adobe Camera Raw.

Reveladores RAW de terceras marcas (gratuitos):

Si no nos gusta el software de la cámara y no tenemos claro qué software profesional comprar, en Internet podemos encontrar diferentes programas de revelado raw gratuitos para probar y ver si nos ofrecen el resultado deseado.

En contraposición, cuando capturamos una escena en JPEG, la cámara está generando un archivo RAW provisional, que inmediatamente procesa, ajustando el color, el tono y la nitidez, y a continuación comprime, descartando un montón de información y convirtiéndolo en un archivo JPEG de 8 bits por canal, y finalmente lo guarda en la tarjeta de memoria.

Ya hemos visto lo que pasa en el sensor de la cámara cuando utilizamos los dos formatos habituales. Ahora vamos a presentar las ventajas e inconvenientes del negativo digital, y cuándo es aconsejable usarlo y cuándo no.

Ventajas del formato RAW

Las ventajas del formato RAW se evidencian tanto en el momento de la captura como en la posterior edición. Veamos en detalle cuáles son esas ventajas:

1. Simplificación de la captura

Cuando utilizamos el formato RAW, nos podemos despreocupar hasta cierto punto del balance de blancos (lo podemos dejar fijo en automático), y de ajustes como el control de imagen o perfil de cámara (que controla la nitidez, la saturación y el tono), y el modo de color (sRGB, Adobe RGB, …), ya que en el momento de la edición podremos escoger el ajuste que más nos convenga.

Es decir, nos centramos en:

• ISO
• Velocidad de obturación
• Apertura de diafragma

y nos podemos olvidar de:

• Balance de blancos
• Control o perfil de imagen (contraste, saturación, nitidez, …)
• Modo de escena (paisaje, retrato, etc.)

2. Archivos de 12 o 14 bits: mayor gama tonal y de color

El formato RAW utiliza habitualmente 12 bits por canal RGB (algunas cámaras pueden utilizar incluso 14), en lugar de los 8 bits del formato JPEG. Y ¿esto de los bits qué significa?

Pues los bits por canal se traducen de la siguiente manera:

• 8 bits = 2⁸ = 256 tonos por canal
• 12 bits = 2¹² = 4.096 tonos por canal
• 14 bits = 2¹⁴ = 16.384 tonos por canal

Es decir, en un archivo RAW de 12 o 14 bits disponemos de muchísimos más tonos por canal que en un archivo JPEG de 8 bits, lo que proporciona una mayor gama tonal y de color, que implica unos degradados mucho más naturales. Esto queda de manifiesto especialmente en el proceso de edición. Cuando una imagen requiere una edición un poco intensa del color y el contraste, con un RAW los degradados se mantendrán naturales, mientras que con una imagen JPEG nos pueden aparecer bandas de color o posterización.

3. Sin compresión y sin procesado: más calidad con el formato RAW

La compresión y el procesado de los archivos JPEG produce una pérdida de calidad importante nada más guardarse la imagen en la tarjeta de memoria, pudiendo aparecer ciertos defectos que, si bien se mantienen bastante ocultos en la imagen obtenida de la cámara, nos pueden condicionar en la posterior edición. En el caso de los archivos RAW, al no existir compresión ni procesado, se mantiene la calidad original.

Imagen editada con Adobe Camera Raw

4. Control sobre el resultado final

Un archivo RAW es como un negativo digital. Por lo tanto, somos nosotros quienes decidiremos qué ajustes aplicar a cada imagen, en lugar de que lo decida la cámara, como ocurre en los archivos JPEG.

Imagen editada con ACR + Filtro Nik HDR Efex Pro 2

Eso nos permitirá una mayor flexibilidad, pudiendo aplicar desde ajustes individuales a cada imagen hasta ajustes globales a todas las imágenes seleccionadas, o una mezcla de ambas.

5. El archivo original se mantiene siempre intacto con el formato RAW

Todas las modificaciones que realicemos sobre la imagen en el software de procesado RAW se convierten en metadatos anexados al archivo RAW o grabados en un archivo con el mismo nombre que la imagen original pero con la extensión .XMP, como se puede observar en la imagen siguiente.

En este caso, los archivos .NEF son los archivos originales RAW de una cámara Nikon. Las modificaciones efectuadas con Adobe Camera Raw se graban con el mismo nombre pero con la extensión .XMP.

El archivo de imagen original se mantiene invariable. Es imposible modificar ese original. Por lo tanto, si no nos convencen las modificaciones aplicadas, podemos modificarlas cuando queramos o eliminarlas y empezar de nuevo la edición. O si más adelante mejoramos nuestras habilidades con el software, siempre podemos volver a editar nuestras imágenes para intentar obtener un resultado mejor.

6. Cambiar el balance de blancos con un solo clic

Cuando capturamos una imagen en formato JPEG la cámara aplica una configuración de balance de blancos concreta, según la iluminación de la escena. Puede ocurrir que el balance de blancos automático de la cámara, especialmente con iluminaciones complejas, no acierte del todo.

También puede suceder que hayamos escogido una opción incorrecta al capturar la imagen, o simplemente que la noche anterior nos dejamos el balance de blancos configurado para fotografiar una escena iluminada con luz de tungsteno y olvidamos cambiarlo. Con una imagen JPEG es complejo modificar el balance de blancos, y en muchos casos será muy difícil obtener el color correcto.

Ejemplo de rectificación del balance de blancos

Imagen original JPEG con balance de blancos incorrecto (tungsteno)

Opciones que nos muestra el menú de Equilibrio de blancos de Adobe Camera Raw para una imagen JPEG.

Primero probamos con la opción “Automático”, pero el resultado es bastante pobre.

Imagen JPEG corregida mediante herramienta Equilibrio de blancos de Adobe Camera Raw.
Toda la foto conserva aún un tinte azulado

Después lo intentamos con la herramienta “Equilibrio de blancos” clicando en diferentes zonas de tono gris neutro hasta que conseguimos un resultado lo más parecido a la realidad.

Imagen JPEG corregida mediante herramienta Equilibrio de blancos de Adobe Camera Raw.
Aunque mejora la anterior, ni el color del cielo no es exactamente el real,
ni el color de la fachada tampoco

Sin embargo, cuando capturamos una imagen en formato RAW, no se aplica ninguna configuración de balance de blancos, sino que el archivo generado guarda la información de la configuración de balance de blancos utilizada como metadatos. Esto nos permitirá, con el programa de edición RAW que usemos habitualmente (como Adobe Camera Raw o Adobe Lightroom), modificar el balance de blancos con un solo clic, e incluso ajustarlo de forma más precisa de manera extremadamente sencilla.

Imagen original NEF (RAW) con balance de blancos incorrecto

Accedemos al menú de “Equilibrio de blanco”s de Adobe Camera Raw y nos encontramos con estas opciones:

Seleccionamos, por ejemplo, luz de día, y obtenemos este resultado.

Imagen original NEF (RAW) con balance de blancos corregido para luz de día

7. Recuperación de iluminaciones quemadas con el formato RAW

Hay escenas con mucho contraste en las que el sensor no es capaz de abarcar todo el rango de luz existente. Un caso típico son las escenas de cielos grises con zonas oscuras y claras, en las que las zonas más claras aparecen quemadas, sin detalle. Recuperar el detalle de esas zonas con una imagen JPEG es prácticamente imposible.

Veamos qué pasa cuando partimos de una imagen original JPEG con el cielo quemado.

Imagen original JPEG con el cielo quemado

Intentamos recuperar las luces quemadas con Adobe Camera Raw y obtenemos esta imagen:

Hemos intentado recuperar detalle del cielo quemado desde una imagen JPEG y este es el resultado. El resultado final es bastante desastroso

Esa misma imagen capturada en formato RAW dispondrá de mucha más información, lo cual nos permitirá recuperar sobreexposiciones de forma mucho más fácil.

Imagen original RAW con el cielo quemado

Hemos intentado recuperar detalle del cielo quemado desde una imagen NEF (RAW) y este es el resultado. El resultado final es muchísimo mejor que en la imagen JPEG anterior. Hemos recuperado el detalle perdido de las zonas quemadas

8. Ampliaciones y recortes

Como hemos ido viendo, las imágenes JPEG disponen de menos información que las imágenes RAW, debido a la compresión aplicada por el software de la cámara. Si tenemos que realizar una ampliación ostensible de una imagen JPEG o necesitamos recortarla de forma notoria, nos pueden aparecer artefactos que degradan la imagen.

Las imágenes RAW, al disponer de toda la información captada por el sensor, nos permiten realizar ampliaciones o recortes sin que nos aparezcan dichos defectos.

Imagen RAW original

Imagen RAW recortada al 50% aproximadamente

Inconvenientes del formato RAW

1. Formato no estándar

El formato JPEG es un formato estándar. Es decir, cualquier software que lea el formato JPEG, podrá abrir cualquier archivo JPEG, independientemente de la cámara con que lo hayamos generado.

Sin embargo, el formato RAW no es un formato estándar, sino un formato propietario o de código cerrado. Es decir, cada marca utiliza un tipo de RAW distinto. Incluso, diferentes modelos de cámara de una misma marca, pueden usar un tipo de RAW distinto. Si compramos una cámara nueva es posible que tengamos que actualizar el software de edición RAW con una nueva versión (actualización) que admita ese nuevo modelo de cámara.

Vista previa de una imagen de una cámara no reconocida por el software

Otra solución es convertir los archivos RAW a DNG, un formato digital sin compresión de código abierto creado por Adobe.

2. Archivos más grandes

Los archivos RAW son bastante más grandes que los JPEG (por término general, aproximadamente el triple), ocupando más espacio en la tarjeta de memoria y en el disco duro.

Si bien este problema era un inconveniente importante hace algunos años, por el pequeño tamaño de las tarjetas y el elevado precio por GB, actualmente se ha minimizado bastante, ya que el tamaño de las tarjetas se ha incrementado enormemente y su precio ha bajado también considerablemente. Por poner un ejemplo, por el precio de una tarjeta de 1 GB de hace 10 años ahora podemos comprar, como mínimo, una tarjeta de 32 GB.

Tamaño de la misma imagen en formato JPEG y RAW

3. Fotografía de acción (uso de la ráfaga)

Cuando utilizamos la ráfaga, debido al mayor tamaño de los archivos RAW, la cámara tarda más tiempo en guardarlos, y el buffer de la cámara (el espacio donde la cámara guarda temporalmente las fotos capturadas antes de guardarlas en la memoria) se llena mucho antes con archivos RAW que con archivos JPEG. Y si no tenemos una cámara de gama alta y la tarjeta de memoria no es muy rápida, podemos bloquear el disparador con pocos disparos. Los buffers de las cámaras de alta gama aceptan un mayor número de fotos antes de llenarse. Y las tarjetas de gama alta también permiten la grabación a una mayor velocidad, reduciendo este inconveniente. La solución más fácil en estos casos, es utilizar el formato JPEG.

Imagen capturada en modo ráfaga

Te recomiendo revisar nuestro post sobre tarjetas de memoria para determinar si tu tarjeta de memoria es apta para este uso o si debes plantearte adquirir una nueva en el caso de querer usarla para ráfagas.

Conclusiones finales

Ya hemos visto qué es el formato RAW y las ventajas e inconvenientes de este formato, cuándo es aconsejable usarlo y cuándo no. Ahora ya no hay excusa para no probar este formato. Y os puedo asegurar que cuando lo probéis os olvidaréis del JPEG.

¿Hay algún aspecto sobre el que te gustaría profundizar? ¡No dudes en dejar tu comentario!

Fotos: © Josep Galian Valldeneu