5 consejos para capturar la emoción: retratos con sentimiento

Lo que diferencia una simple instantánea de una buena fotografía es la historia que se esconde detrás de la imagen: la emoción que siente la persona a la que estamos retratando en ese preciso instante en que apretamos el obturador. ¿Estás cansado de los típicos retratos que no dicen nada? Sigue nuestros 5 consejos para capturar la emoción y consigue unos retratos con sentimiento.

Para capturar la emoción en una fotografía, lo primero que debes tener es algo que contar. Encuentra un momento, busca una historia, captura el sentimiento del momento.

1. Para capturar la emoción nada de “Patata”

Por su propia naturaleza, las emociones no siguen unas reglas preestablecidas sino que, simplemente, ocurren en base a lo que la persona siente en ese momento. Sin embargo, si el sujeto sabe que le estamos fotografiando, capturar su emoción puede convertirse en algo bastante complicado porque las personas cambian de actitud cuando están siendo retratadas.

Fotografia de ©Jonathan Kos-Read.

Muchas veces y sin darnos cuenta, las fotos que más nos atraen son aquellas en las que se retrata otra emoción que no sea la “felicidad”. Un error común entre fotógrafos es forzar a la gente a expresar felicidad en el momento de la foto, ya sea pidiéndole que sonría o que diga “¡Patata!”. O, también, obligándoles a poner siempre la misma expresión en su rostro.

Fotografía de ©Elvin.

Fotografía de ©Lotus Carroll.

2. Captura el estado de ánimo

Imagina que tienes que retratar a un niño y te lo encuentras sentado y pensativo. ¡Captura eso! Al igual que si el niño está saltando por toda la habitación o te mira enfadado. No siempre tienes que encauzar la sesión de una determinada manera, es decir, de la típica manera en que se retratan los niños. Deja que la emoción se apropie de la foto. Deja que suceda, que se produzca la imagen de una forma espontánea.

Fotografía de ©Stephanie Sicore.

Fotografía de ©Shayan (USA).

3. Permanece atento al momento

Las fotos que no se planean suelen ser espectaculares. Esas que simplemente surgen ante tu mirada atenta y tu cámara que está preparada para cualquier disparo. No pierdas detalle de las ocasiones en las que el retratado “baja la guardia”, es cuando sacan su verdadero “yo” y puedes capturar sus emociones naturales.

Fotografía de ©Raul Lieberwirth.

Un buen momento para hacer este tipo de fotos es después de hacer la foto esperada. Verás cómo tu retratado relaja el cuerpo y quizás quite esa sonrisa que podía ser forzada. Te sorprenderás con los resultados. Así que ya sabes, anticípate al momento. Llega allí antes de que tu retratado lo haga.

4. Enfoca a los ojos para capturar la emoción

Dicen que la mirada es el espejo del alma. Será por eso que es la mejor parte de nuestro cuerpo que expresa nuestras emociones más internas. Nuestros ojos transmiten nuestro estado de ánimo, nos sirven para comunicarnos con los demás y, también, para contarles quiénes somos y lo que sentimos.

Fotografía de ©Ryan Seyeau.

Un ceño fruncido o una mirada de reojo pueden decir mucho más que cientos de palabras. Por eso, siempre trataremos de enfocar a los ojos de nuestro sujeto, para que se pueda establecer esa comunicación entre espectador y retratado. Los ojos no mienten.

5. Resalta otros detalles

Capturar la mirada es muy importante dentro de la fotografía de retratos, pero no es el único recurso para darle emoción y sentimiento a nuestra foto.

Aunque mirada y sentimiento vayan cogidos de la mano, también podemos fijarnos en otros detalles que queramos destacar. Por ejemplo el gesto de sus manos, el pelo ondeando al viento, la posición de sus pies… En la imaginación está el límite. Piensa qué detalles de su cuerpo podrías resaltar y seguirían definiendo a esa persona sin tener que recurrir a su mirada.

Fotografia de ©Sophie Russell.

¿Se te ocurre algún otro consejo que podamos también añadir para capturar la emoción en un retrato? ¡Déjanos tu comentario!

Imagen destacada de: © Dia