Los 7 pecados capitales de una fotografía atractiva

Si una imagen te resulta atractiva seguramente sea porque ha pecado de uno de estos 7 puntos claves del lenguaje visual: el ritmo, el color, la composición, el volumen, la textura, el movimiento o el concepto. Hoy queremos llevarte por el mal camino y enseñarte en qué tentación debe caer tu imagen para que se convierta en una imagen muy atractiva.

Hoy en día el mundo está inundado de fotografías y en muchas ocasiones ¿qué es lo que pretendemos que hagan las nuestras? Atraer, llamar la atención de los demás, destacar sobre el resto. Veamos cómo hacerlo.

Lenguaje visual: 7 pecados que debes buscar en tus fotos

Controlando al máximo el lenguaje visual podremos aumentar el impacto y atractivo de nuestras fotografías. A partir de ahora, cuando salgas a hacer fotos, intenta que tus imágenes caigan en una de estas siete tentaciones.

1.  El ritmo: repetición y ruptura

Según la primera definición que encontramos en la RAE, el ritmo es el orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas. En nuestro caso será igual pero con los elementos que componen la imagen.

Repetición de elementos para crear ritmo – Fotografía de PxHere

A través de la repetición de elementos, usando las diferentes formas que se disponen y organizan dentro de la composición, podemos conseguir que aparezca lo que en fotografía se considera como ritmo.

Ejemplo de uso de ritmo simétrico – Fotografía de Siyan Ren en Unsplash

Esta repetición de formas que crean el ritmo de la imagen puede ser de diferentes tipos: lento, rápido, alterno, creciente, decreciente, radial, simétrico… dependiendo de la manera en la que estos elementos se organicen y relacionen entre sí.

Ejemplo de ruptura dentro de un ritmo visual – Fotografía de PxHere

Un aspecto interesante cuando utilizamos el recurso del ritmo es encontrar la ruptura del mismo. Consiste precisamente en mostrar la repetición de varios elementos que son semejantes entre sí interrumpida por uno o varios elementos con atributos dispares, los cuales les hacen destacar.

2.  El color: saturación, tonalidades, armonía…

Para controlar el lenguaje visual de nuestra imagen, y conseguir que sea realmente atractiva, podemos tener en cuenta también el color. Un uso inteligente del color tiene un impacto visual muy potente.

Fotografía de Luca Zannon en Unsplash

Las cualidades cromáticas de nuestra imagen (matiz, brillo, saturación…), así como el uso de un solo color (monocromía) o la ausencia del mismo (fotografías en blanco y negro) tienen un gran impacto en la sensación que nos provoca.

Fotografía de Rodion Kutsaiev en Unsplash

Podemos optar por una imagen en blanco y negro o por una imagen a color y será una decisión importante. Si optamos por el color debemos tener en cuenta cómo se relacionan entre ellos dentro de la imagen: si hay contraste, si nos sirve para llamar la atención sobre algo, si existe armonía cromática…

Fotografía de Sérgio Rola en Unsplash

En todas las disciplinas fotográficas pueden tenerse en cuenta estos factores, ya sea en una foto de moda donde se escogen estratégicamente los colores de la vestimenta respecto al fondo, o en una fotografía callejera donde decidimos inmortalizar un graffiti en la pared.

3.  La composición: guía al espectador

La composición de la imagen y la forma en la que los elementos se distribuyen y organizan dentro de ella siempre será un factor y un pecado capital muy importante para el atractivo de nuestra foto. Podríamos decir incluso que es uno de los factores más importantes del lenguaje visual.

Fotografía de Kees Streefkerk en Unsplash

Quieras tenerlo en cuenta o no, en el mismo momento en que haces una fotografía estás componiendo, porque has escogido un encuadre que coloca a cada elemento en una posición determinada dentro del cuadrado y respecto al resto de formas que aparecen.  Parece entonces que el hecho de componer es intrínseco al de fotografiar.

Un buen uso de la composición nos ayuda a guiar la mirada del espectador, a facilitar la lectura de la fotografía o a centrar la atención en un punto en concreto. Es una herramienta muy potente para controlar el lenguaje visual de tus fotos y por eso será seguramente uno de los pecados más cometidos por todos 😉

4.  El volumen: luces y sombras

Otro pecado que no debemos olvidar, para conseguir explotar al máximo el lenguaje visual, es la luz y la capacidad que esta tiene para crear la sensación de volumen en nuestras fotografías. Gracias a su presencia o a su ausencia, es decir, gracias a las luces y sombras que provoca, podemos dar apariencia tridimensional a una imagen totalmente plana en nuestra realidad física.

Fotografía de PxHere

Dónde cae la luz y dónde desaparece siempre será un factor importante a tener en cuenta respecto a lo que queremos transmitir. No es lo mismo una luz dura y directa que una luz suave y homogénea ya que la forma en la que incide la luz sobre los objetos cambia casi por completo la percepción visual que tenemos de ellos.

Fotografía de Carl Nenzen Loven en Unsplash

Para controlar la luz no solo tenemos que observarla y ver el efecto que crea, si no tener en cuenta factores como la hora a la que vamos a hacer la foto, la climatología de ese momento (soleado o nublado) o la utilización, si está en nuestra mano, de modificadores de luz como difusores o reflectores.

5.  La textura: la magia de los detalles

Por otro lado, los elementos que aparecen en nuestra imagen suelen contar con una textura determinada que los caracteriza y les da una apariencia distintiva. La textura de dichos elementos puede ser muy destacable hasta el punto de convertirse en el factor visual más llamativo de la foto.

Los planos detalle son ideales para mostrar texturas – Fotografía de Donald Tong en Pexels

Este pecado capital del lenguaje visual es muy explotado en fotografía gastronómica, de producto, comercial, de moda, de naturaleza o en macrofotografía

6. El movimiento: preservar lo cambiante

El movimiento será otro de los pecados en los que podemos tener la tentación de caer para impactar a nuestro espectador. Existen diversas formas de reflejar o inmortalizar el movimiento en una fotografía y todas ellas pueden resultar increíblemente atractivas para el ojo humano.

Reflejar el movimiento mediante estelas – Fotografía de Timon Studler en Unsplash

Ya sea escogiendo una velocidad de obturación lenta para expresar movimiento mediante la estela que deja el elemento, o utilizando una velocidad de obturación rápida para congelarlo, el movimiento siempre será una gran baza para nosotros y nuestras fotos.

Congelar el movimiento – Fotografía de William Hook en Unsplash

La fotografía nos permite percibir el movimiento de manera distinta a lo que estamos acostumbrados. Mientras que para nuestros ojos el movimiento es algo que pasa, sin más, para la fotografía es algo que puede congelar y mostrar. Ahí reside su gran capacidad expresiva y su increíble atractivo visual.

Creando contraste mediante el movimiento y su ausencia – Fotografía de Thomas Lefebvre en Unsplash

7.  Concepto: atrae por el contenido

Como ya sabrás en esta vida la belleza no lo es todo, o visto de otra manera, existe una belleza interior que también debemos trabajar. En la fotografía pasa exactamente lo mismo: si nos centramos demasiado en el aspecto formal podemos caer en el error de prestar menos atención en el contenido, en el mensaje que queremos transmitir.

Un buen concepto puede ser un gran atractivo visual – Fotografía de elizabeth lies en Unsplash

Un concepto visual claro puede ser el elemento más impactante de tu fotografía y convertirse así en el vinculo de unión con el espectador.

Recuerda cuando salgas a hacer fotos caer en la tentación de estos 7 pecados capitales para conseguir una fotografía atractiva. Seguramente haya muchas otros, pero creemos que con estos siete factores tan importantes dentro del lenguaje visual ya puedes explotar muchísimo el impacto que tendrá tu foto en los demás.

¿Con ganas de probar alguno de los 7 pecados en tus próximas proyectos?

Fotografía de portada de Rodion Kutsaiev en Unsplash