Punto de fuga: Cómo utilizarlo de forma creativa en fotografía

Los fotógrafos estamos buscando continuamente nuevas perspectivas en nuestras imágenes. Es una forma de hacer que tus fotos capten más la atención y resulten más atractivas para el que la está mirando. Los puntos de fuga te permiten darle más fuerza a tus imágenes, mejorando la composición. Es un concepto que requiere algo de tiempo perfeccionarlo. Sin embargo, los puntos de fuga son una herramienta muy efectiva para guiar la vista del espectador y para añadir interés a tus fotografías. Encontrarás pocas herramientas de composición que sean tan poderosas como esta.

¿Qué es el punto de fuga?

El punto de fuga es una herramienta usada en la composición que surgió en el arte pictórico. Es un punto de la imagen en el que líneas paralelas parecen converger en la distancia. Una buena forma de visualizarlo es si piensas en una vía del tren. Si miras a lo lejos de la vía, la sensación es que los raíles se encuentran en un punto del horizonte. Esta ilusión óptica se produce porque la cosas se ven cada vez más pequeñas según se van alejando, hasta que parecen un único punto. La distancia entre dos líneas paralelas que comienzan en el primer plano también se va haciendo cada vez menor. Esto es lo que causa la impresión de las líneas que convergen.

¿Qué sensaciones provoca el punto de fuga en una fotografía?

El punto de fuga es una forma excelente de otorgar profundidad a la escena. De hecho, el punto de fuga añade una sensación tridimensional a la bidimensionalidad de la fotografía. También es una forma ideal de guiar la vista a un elemento importante o que quieras destacar dentro del encuadre.

Foto de Venti Views en Unsplash

El punto de fuga puede añadir misterio y simbolismo a tus imágenes. Una carretera que desaparece en la distancia puede hacer referencia a un viaje con un final desconocido. Un túnel con una luz al final puede significar esperanza e incluso muerte.

Los puntos de fuga son también una herramienta genial para enfatizar el tamaño de un paisaje o de un paisaje urbano. Puedes usar el punto de fuga para añadir una sensación de escala o incluso para exagerar el tamaño de los objetos. Ya ves que los puntos de fuga son una herramienta de composición de gran fuerza. Puede cambiar el ambiente y el significado de tu imagen.

Cómo capturar puntos de fuga en fotografía

Para usar los puntos de fuga de forma efectiva, vas a necesitar una amplia profundidad de campo para tener todos los elementos bien enfocados. Dependiendo de la lente y la escena, con una apertura de diafragma comprendida entre f/11 o f/16 deberías conseguirlo.

Foto de engin akyurt en Unsplash

También tienes que prestar atención al lugar en el que vas a situar el enfoque. Para sacar el máximo provecho de una fotografía con un punto de fuga, vas a tener que mantener tanto el primer plano como el último bien enfocados. La mejor forma de conseguir esto es usando la distancia hiperfocal. Esto es la distancia de enfoque más cercana donde los elementos en el infinito aún tienen un detalle aceptable.

1. Busca líneas paralelas y que dirijan para encontrar el punto de fuga

En muchas ocasiones puedes tener la suerte de fotografiar en un lugar donde el punto de fuga sea realmente obvio, pero en ocasiones no será tan fácil encontrarlo. Para empezar a practicar con los puntos de fuga, puedes empezar con escenas que tengan líneas paralelas o líneas que dirijan que sean muy obvias. Puentes, raíles de trenes o carreteras con árboles a los lados, son estupendos comienzos. De esta forma no tendrás que perder un montón de tiempo buscando el punto de fuga y el lugar en el que las líneas convergen.

Fotografía de Esteban Trivelli en Unsplash

Paisajes, arquitectura y street photography son las mejores modalidades para utilizar puntos de fuga. Tanto las escenas naturales como las hechas por la mano del hombre suelen tener lugares donde encontrar puntos de fuga. Tienes que tener en cuenta que una imagen puede tener más de un punto de fuga. Por ejemplo, si realizas una fotografía desde la esquina de un edificio, puedes terminar teniendo dos líneas que guíen a dos puntos de fuga diferentes.

2. Usa un objetivo gran angular para exagerar la distancia

Una vez que te has familiarizado con encontrar los puntos de fuga en las localizaciones puedes intentar exagerar las distancias para añadir más dramatismo a tu imagen. Al usar un objetivo gran angular estarás haciendo que los objetos que están más cerca parezcan incluso más grandes porque estos objetivos agrandan la zona que se encuentra más cerca de la lente. En cambio, los objetos alejados en la distancia parecerán más pequeños.

Asegúrate de que las líneas que vas a usar de guía comienzan en la parte frontal de la imagen. De esta forma podrás maximizar el efecto de la lente gran angular. Si no te gusta el resultado que estás obteniendo, siempre puedes hacer un poco de zoom (en el caso de que estés trabajando con una lente zoom) para crear una perspectiva más dramática.

Foto de Hans Isaacson en Unsplash

3. Dispara desde un punto de vista cercano al suelo para aumentar el nivel de convergencia

Puedes cambiar el punto en el que convergen las líneas disparando desde un punto de vista cercano al suelo. Cuanto más cerca del suelo estés, mayor será el nivel de convergencia. Aunque debes asegurarte de no irte demasiado abajo, ya que si tomas un punto de vista de gusano (es decir, muy pegado al suelo), los elementos más importantes pueden unirse cambiando la perspectiva.

Fotografía de Donnie en Unsplash

Experimenta con la altura de la cámara pero asegúrate de que los objetos importantes estén separados los unos de los otros.

4. Sitúa el punto de fuga en el horizonte

Si ya has empezado a buscar puntos de fuga te habrás dado cuenta de que muchos de ellos se funden en el horizonte, especialmente en la fotografía de paisajes. En estos casos es cuando debemos tener en cuenta las reglas de composición que se refieren al horizonte.

Normalmente te dirán que debes situar el horizonte o en el tercio superior o en el tercio inferior de la fotografía, pero nunca en el centro. Es verdad que esta es una regla básica de composición, pero de ti depende el que quieras romperla o no. Puede darse el caso de que situar la línea del horizonte con el punto de fuga en el centro de la fotografía la haga más interesante. Dependerá de cada caso. Lo que sí debes intentar es hacer que el horizonte quede recto. Con el horizonte inclinado la fotografía dará una gran sensación de inestabilidad o, incluso, de poca pericia fotográfica.

Fotografía de Warren en Unsplash

5. Aplica la regla de los tercios para posicionar el punto de fuga

Si ya estás preparado para llevar tus fotos con punto de fuga al siguiente nivel. Entonces prueba a componerlo usando la regla de los tres tercios. Imagina que el encuadre de tu fotografía se divide en seis cuadros iguales, con dos líneas en dirección horizontal y otras dos líneas en dirección vertical. Las intersecciones de estas líneas son los puntos de interés donde debes posicionar el sujeto de interés.

Fotografía de Mauricio Artieda en Unsplash

En el caso de que quieras darle mayor énfasis al punto de fuga solo tienes que situarlo en una de estas intersecciones. Conseguirás que tu imagen llame mucho más la atención.

6. Usa el punto de fuga para enfatizar a los sujetos

Foto de Lloyd Dirks en Unsplash

Una opción para enfatizar a los sujetos es situarlos delante de un punto de fuga. Las líneas que van a converger son una gran herramienta para subrayar a tu sujeto. Actuarán como flechas guiando la visión del sujeto que está mirando la fotografía, haciendo que sus ojos se dirijan directamente al sujeto principal de la fotografía.

Cubrir el punto de fuga con tu sujeto puede crear también tensión en tu imagen. En vez de mirar al infinito cuando el punto de fuga aparezca, nuestros ojos se dirigen directamente al motivo al que queremos dar más importancia en la imagen.

7. Gira tu cámara y apunta hacia arriba para obtener un punto de fuga vertical

No te tienes que limitar a formatos horizontales cuando estás usando los puntos de fuga en tu fotografía. Si la escena lo permite, puedes girar la cámara hacia arriba para fotografiar una imagen vertical.

Fotografía de Tarun Ram en Unsplash

Esto puede funcionar muy bien para la fotografía de arquitectura, especialmente cuando quieres fotografiar edificios de gran altura, como rascacielos con una perspectiva en contrapicado. Las líneas de estos edificios serán las líneas convergentes en el punto de fuga.

8. No todos los puntos de fuga están marcados por líneas rectas

No te obsesiones por buscar puntos de fuga con líneas rectas. Y es que muchos de ellos pueden estar marcados por líneas curvas. Piensa en una espiral, el punto central puede ser perfectamente un punto de fuga marcado por una línea circular. No lo olvides, los puntos de fuga pueden aparecer en los escenarios más insólitos.

Foto de YIFEI CHEN en Unsplash

9. Busca el punto de fuga en los elementos del entorno

Es importante que aprendas también a identificar puntos de fuga que no están marcados por líneas, sino por los elementos que puedes encontrar en el entorno.

Si en un espacio encuentras elementos repetitivos que alejarse se van haciendo más pequeños, estarás contemplando un posible punto de fuga. Elementos como las farolas de una calle o los bloques verticales de una construcción, pueden dar esa sensación de profundidad que buscamos para crear puntos de fuga.

Foto de Aden Ardenrich en Pexels

10. “Rompe” las reglas

Ya estás totalmente familiarizado con los puntos de fuga y quieres llevar tus composiciones más allá. Entonces es un buen momento para empezar a jugar con la composición. ¿Por qué no situar el punto de fuga fuera del encuadre? Al no mostrar este punto, el espectador se dejará guiar por las líneas hasta salirse de la fotografía y, de alguna manera, verse obligado a completarla. Es una forma de crear una imagen más participativa en la que la imaginación juega un papel muy importante.

Conclusión

En cuanto empieces a utilizar puntos de fuga te darás cuenta cómo cambia la perspectiva en tus fotografías. Puede alterar su significado y añadir más dramatismo a tus imágenes.

No es la herramienta de composición más sencilla, pero seguro que la dominas rápidamente con un poco de tiempo y práctica. Empieza buscando líneas paralelas en la naturaleza o en arquitectura. En poco tiempo te darás cuenta de que los puntos de fuga son más fáciles de ver de lo que parece.

Foto de portada Pixabay en Pexels