Cómo hacer fotografía de productos: iluminar tus productos (II)

En la primera parte de este post hablamos de unos consejos primordiales para hacer fotografía de productos. En este, lo que haremos, es dar algún que otro paso para que estas fotografías queden excelentes. Para eso necesitamos conseguir una luz uniforme y perfecta, que no distorsione la imagen real y realce todas las partes más notorias del objeto que fotografiamos. 

Así que por eso me veo en la responsabilidad de dar algún que otro consejo sobre la luz, para que dé mayor énfasis a tus objetos.

Qué luces usar para hacer fotografía de productos

Como ya explicamos en el anterior post, las luces expresan el sentimiento que quieres dar, el tipo de fotografía que quieres sacar, el énfasis que necesitas hacer o el detalle que necesitas sacar para que tu objeto atraiga más a la vista. Pero no ahondamos en el interior de ésto, así que dependiendo de la fotografía que necesitemos desarrollaremos la luz que necesitamos.

Tipo de luz

Para entender la luz debemos saber que hay tres grandes diferenciadores en cuanto a las luces. Lo ideal es combinar por lo menos dos de estas fuentes, para poder conseguir una luz ideal, que cuente con diferentes intensidades en su recorrido y pudiendo conseguir un buen degradado de luz.

Fotografía de Mike en Pexels

Flash

Es la mejor elección en todo momento, ya que es la única fuente de luz que te permite adecuarla a tu velocidad de obturación. De esta forma, la foto queda con la luz perfecta en el instante que presiones el botón del disparador. Además, es ideal para conseguir mayor juego en tus imágenes. Esto es porque, al contar con una potencia única, respecto a las otras fuentes de luz, nos permite realizar mayores contrastes. Es también la mejor opción para crear contornos que bordeen o reflejos marcados que muestren la reacción del material a la luz.

Los contras que podemos encontrarle a la luz de flash, es que no puedes usarla directamente desnuda. Es una luz dura, así que se focaliza y no se reparte por toda la escena. De esta forma deja una escena muy contrastada, con sitios subexpuestos y otros sobreexpuestos. El otro problema que le puedes encontrar es que si trabajas sin fotómetro, tendrás que improvisar y realizar fotografías a ciegas, hasta conseguir la luz adecuada. Trabajando así perderás mucho tiempo al principio. Pero, con el tiempo, aprenderás a intuir el tipo de luz necesaria en cada escena.

Fotografía de Anna Tukhfatullina Food Photographer/Stylist en Pexels

Cómo hacer fotografía de productos con luz continua

Es la decisión intermedia de elección de luz. Esto es así porque, al ser directamente una luz más difuminada, sin necesidad de instalarle modificadores, podrás tirar tus fotografías directamente. Con esta luz tendrás tu escena siempre controlada porque esta luz solo cambia dependiendo de si tú cambias el esquema de luces. Puede salirte más barato y hacerte el apaño perfectamente combinándolo con luz natural. Además, también te puede venir muy bien por si realizas algún vídeo.

Los contras más notorios de la luz continua se definen, sobre todo, por la poca intensidad de éstos. También por el posible cambio de intensidad de la luz, si estás utilizando un foco con batería portátil o pilas. Ya que conforme se gaste la batería irá bajando la  intensidad. De igual modo, otro de los problemas más comunes es el poco rango que tiene para modificar las luces, es decir su intensidad. Esto en el caso de que lo tenga, ya que no todos te permiten cambiar su fuerza, y si pueden no mucho.

Luz natural

Esta es una de las mejores opciones que puedes tomar en cuanto a fotografía exterior. Conseguirás una luz lateral con potencia y un color ideal para que salga natural. Además dependiendo de la hora en la que hagas la fotografía, según la posición del sol, podrás conseguir sombras pronunciadas o una luz equilibrada por todas partes. Lo ideal en estos casos es usar un reflector que consiga formar una especie de segunda fuente adicional. Así tendrás una fuente secundaria de relleno y obtendrás una luz perfecta.

Fotografía de Acharaporn Kamornboonyarush en Pexels

En cuanto al contra más notorio de este tipo de fuente se intuye desde el principio. Es el descontrol que tienes sobre la luz, sobre el clima, o sobre los elementos que se posicionen delante del sol. Una nube puede ir cambiando la luz cada vez que se mueva un poco. Lo ideal es realizar las fotografías días soleados sin nubes y a horas donde el sol no dé desde muy arriba, como al medio día, ya que las sombras creadas no serán idóneas. Es mucho mejor las primeras horas de luz o las últimas.

Modificadores necesarios

Con cada modificador, podrás conseguir un efecto totalmente diferente de luz que el anterior. Por esta razón se utilizan diferentes productos para cada tipo de situación.

Fotografía de Nao Triponez en Pexels

Sin modificador

No se recomienda optar por esta opción a no ser que busques un efecto en particular que solo te pueda dar el flash desnudo. Pero esa dureza difícilmente hará que tu producto salga bien, ya que incluso en las fotografías callejeras o especiales, se utilizan difuminadores, para disminuir un poco su dureza.

Cómo hacer fotografía de productos con paraguas

El paraguas, aunque no mucho, te permite difuminar un poco la focalización del flash. Este se coloca justo delante del flash, apuntando al objeto y sirve de difuminador circular, llenando tu fotografía. El paraguas se usa especialmente para fotografía de retrato. Al ser circular, consigue un efecto parecido al del Beauty Dish. Además, en este tipo de fotografía, se puede usar también como apoyo en exteriores. Su reflejo nos dará un apoyo difuso, ideal para fotografías con poco contraste como puede ser comida, donde le dará un toque de reflejo a sus brillos. Puedes utilizarlo con más objetos, pero no se recomienda con metales y objetos que reflecten mucho.

Softbox

Esta es la elección preferida entre la mayoría de profesionales que se dedican a esto. Con él podrás cubrir todo tipo de fotografías de productos, incluso con materiales reflectantes como el metal u opacos. Aunque siempre es mejor tener una amplia gama de difusores y reflectores, para poder jugar con ellos. Los softbox son tan utilizados porque sus límites rectos, consiguen que la forma que se refleja sea recta también, creándose líneas rectas que realzan un contorno, un efecto ideal.

Fotografía de Alex Azabache en Pexels

Paneles de abeja

Con este complemento se consigue más potencia para tu flash y una focalización más marcada. Es decir, la luz que desprende éste, en vez de repartirse, se concentra todo por su tubo y al salir se concentra en un solo punto. Este tipo de modificador de luz se usa mucho en la fotografía de producto. Aunque sea contradictorio con la regla de enseñar el producto bien, para algunos casos, como cuando el producto se encuentra rodeado de otros o está colocado, por ejemplo, un colgante en el cuello de alguien, este modificador es clave.

Cómo hacer fotografía de productos con cajas de luz

Una elección que te sacará de muchos apuros. Pero no siempre, ya que normalmente las cajas de luz se utilizan para espacios reducidos, donde la mayoría de productos entran en ella. Pero en espacios más grandes, no podrás utilizarlo. Lo bueno de estas cajas es que se componen de 5 paredes y, a veces, de una sexta con abertura para solo adentrar el objetivo. Al ser de paredes blancas te permite rebotar la luz en todas direcciones y conseguir un equilibrio de luz óptimo. Aunque también puedes colocar láminas de otros colores, para proyectar colores. O también una lámina negra para que forme una sombra en la parte que más desees.

Esquema de luces

Para ahorrarte cualquier problema, existe un esquema de luces base para que todas tus fotografías salgan bien iluminadas por todos lados y sin que termine siendo muy plana. Este es el esquema de dos luces a 45º un poco más altas que tu objeto. A partir de aquí, ya puedes ir jugando con ellas. Puedes dar más sombra hacia un lado quitando una luz y poniendo un reflector, o dejando más notoria la sombra realizando un mayor contraste, sin nada al otro lado.

Fotografía de Miguel Á. Padriñán en Pexels

Materiales

Cada material frente a la luz se comporta de forma diferente. Esto se produce porque tienen superficies más brillantes o más opacas. Por lo tanto, el resultado no puede ser igual. Te damos algunas claves para que compares cómo hacer fotografía de productos según su material.

Cómo hacer fotografía de productos de metal

Si se trata de un metal pulido, este provocará reflejos muy marcados. Se verá todo lo que entre dentro de la familia de ángulos de tu esquema de luces. En esta teoría entra en juego tus luces y el objetivo que utilices. Cuanto más ángulo del objetivo, mayor la familia de ángulos, ya que el reflejo se multiplica al llegar al objeto por el doble del ángulo del objetivo.

Fotografía de Henryk Niestrój en Pixabay

Para este tipo de productos es mejor contar con un esquema de luces un poco laterales. Porque, como ya hemos comentado varias veces, al ser su reflejo más notorio, lo usamos como contorno de sus límites.

Cristales

En cuanto a los cristales, tenemos el mismo problema o solución que de los metales. Podemos encontrar cristales  más brillantes y otros más opacos. En este caso explicaré los cristales opacos, ya que en los metales este material lo dejé de lado. Normalmente, al ser menos receptiva con la luz, estos cristales reflejan la luz de forma más difusa. Por lo tanto no necesitarás cuidar tanto al detalle la familia de ángulos ni usar un difusor en concreto. Lo que diferencia también a los cristales es su factor traslúcido, el cual nos da la oportunidad de jugar con las luces, realizando retroiluminaciones por detrás o por debajo o jugando con los colores.

Fotografía de George Becker en Pexels

Si buscas un esquema de luces más concreto para estos productos, lo ideal es una luz principal y otra secundaria. La luz secundaria es opcional, dependerá del tipo de sombra que quieras, si las buscas laterales, para que realce la textura del material.  

Cómo hacer fotografía de productos de plástico

El problema nuevo que nos puede surgir en este tipo de material son los envases de productos. Los plásticos se comportan igual que los materiales anteriores, pero cuando los encontramos en envases, los cuales tenemos que fotografiar, siempre dan problemas. Pueden tapar el interior con su reflejo, que, al final, es lo más importante. Ante estos casos, lo ideal es usar filtros polarizadores que eliminen o reduzcan reflejos. Pero si no tienes, siempre puedes retroalimentar el producto para que su interior siempre se vea.

Fotografía de Yulia Khlebnikova en Unsplash

El caso de materiales como los papeles o cartones, aunque se traten de materiales y texturas diferentes, se comportan de la misma manera. Así que usaremos los mismos tipos de iluminaciones dependiendo si contienen plastificado o no.

Tejidos

Excepto lentejuelas o pequeños brillos que pueda contener alguna que otra prenda, la mayoría de ellas no resultan difíciles de fotografiar. Lo que se busca en este tipo de fotografías siempre es que se aprecie bien el color, grosor y la textura del tejido. De esta forma, el comprador puede apreciar todas sus características y estará más seguro con su compra. Por ello, lo más recomendado, es dejar a un lado sombras más denotadas, haciendo que cada holgura del objeto se rellene con sombras y se aprecie esta textura.

Fotografía de Alexandra Gorn en Unsplash

En cuanto a los tejidos que integren brillos, lo ideal sería poder realizar una fotografía donde se aprecie la textura y características. Pero, hay que intentar que los reflejos no tapen nada necesario ni que salga reflejada ninguna cosa que no tendría que salir. Lo ideal es darle una luz un poco más lateral de lo normal. Puedes complementar esta luz con una fuente secundaria retroiluminando.

Agrega luz en el procesado

Muchas veces, al no poder contar con un buen material de iluminación, ya que para ello necesitas un gran presupuesto, se utilizan los elementos que más a mano tenemos. Pero a veces no se consigue el mismo efecto. Comentar, antes de nada, que siempre que procesamos una imagen y le añadimos luz, esta perderá un poco de calidad. Claro está que no todas las cámara tienen la misma pérdida, ya que algunas cuentan con más píxeles que otras. Pero es un dato que siempre debes tener en cuenta. De ahí que se trabaje normalmente con el RAW, para la menor pérdida posible.

Cuando realizas una fotografía de producto, hay veces que queda bien que haya algún destello de luz. Puedes hacer que se refleje en el cuerpo para que dé un toque de distinción. Pero a veces no se consigue, por eso hay que integrarlo en el procesado.

Fotografía de Artem Beliaikin en Pexels

Hay muchas maneras de hacerlo. Pero una de las más sencillas se trata de usar nuestro programa habitual en el que se trabaje por capas (PS o Gimp por ejemplo). En este programa seleccionamos un ajuste de capa de curva.

Llevamos la capa de ajustes de curva al blanco absoluto subiendo desde el anclaje del centro hacia arriba, trazando una línea recta.

A continuación pintamos ésta capa de negro con el bote de pintura.

Después seleccionamos un pincel, muy difuminado, más o menos entre el 20 o 40 %, dependiendo de la luz que quieras, además de bajarle la dureza un poco de opacidad.

Pintamos sobre esa capa negra en blanco donde queramos esos destellos.

Con esta fórmula tendrás tus destellos artificiales para poder hacer que tu producto destaque mucho más.

Conclusión

Después de estos consejos más los del post anterior no puedes tener dudas sobre cómo hacer fotografía de productos y cuidar su iluminación según el tipo de luz que tengas y el material con el que esté fabricado el objeto. Tienes en tu mano todas las claves para destacar las fotografías de tus productos por encima de los demás.

Fotografía de portada de Foodie Factor en Pexels